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Descubriendo a Valentina ha supuesto todo un hallazgo para mí. Hace tiempo que no leía una prosa tan fresca y una historia tan bien detallada como la que ha salido de la pluma de Mara Macbel de mano de la Editorial Planeta. Valentina es una mujer joven, casada con un hombre mayor que ella y tradicional en todos y cada uno de los sentidos. Ella no es felíz en su matrimonio, sobretodo en cuanto a las relaciones que mantiene con su marido, siente que le falta toda la magia y ha caído en la desidia, en la apatía. Hay un sueño recurrente que le hace despertar y darse cuenta que necesita más, de modo que comienza a investigar en internet hasta que conoce a Jack, una persona que le guiará hacia un descubrimiento personal y sexual que determinará en parte sus decisiones. Valentina decide separarse de Enrique, su marido, e irse a vivir con Rebeca, su mejor y única amiga que la acogerá en su casa y su familia como si de su hermana se tratase. Rubén, el hermano de Rebeca, aparece en escena casi desde el principio suponiendo un factor de mucho peso en la ecuación que supone la vida de Valentina. Descubrir a Valentina y a Mara Macbel ha sido toda una aventura. Valentina es una mujer joven, aparentemente frágil pero con una enorme determinación y fortaleza interior que decide salvarse a sí misma de la vida que tiene predeterminada aunque eso suponga romper con todo y reconstruirse desde cero. Con Valentina he podido descubrir todos y cada uno de sus sentimientos, sus vacilaciones, sus temores, sus alegrías, sus penas, sus pensamientos… creo que este personaje da mucho pie a planteamientos y puntos de vista que, a veces podemos llegar a dar por supuestos o que suponemos sin apenas conocer y es que, tenemos la manía de prejuzgar a las personas, las situaciones, las relaciones de los demás… para llegar a veces a conclusiones sobre nosotros mismos o sobre nuestras situaciones personales. La carga sexual está patente en todo el libro, desde el primer capítulo, pero la autora no se queda en lo meramente sexual, sino que le otorga a las escenas sexuales una carga de sentimientos que desnudan a los personajes tanto por fuera como por dentro. Me gusta mucho cómo va madurando Valentina a lo largo de toda la novela, el cambio que da y cómo todas y cada una de las personas que la rodean así como las circunstancias, van definiendo su camino y favoreciendo el cambio que tanto necesita en su vida. Todos y cada uno de los personajes me parecen realmente necesarios e interesantes en la historia. Rubén y Jack suponen para Valentina el motor de cambio, un punto de inflexión en su vida, las personas que le ayudan a dar un paso detrás de otro, la que le mueven y remueven los sentimientos que la embargan. Ambos complementan a Valentina, uno en la vida real y otro en la virtual. Rubén me gusta especialmente porque es un zalamero, dulce como un pastel pero sorprendentemente fuerte y sensible a su vez. Y Rebeca… ¡ay! Rebeca es especial, es su ángel de la guarda, la que siempre le protege, la que siempre la acompaña la que está en todo momento pendiente de ayudar a Valentina tanto como ella lo hizo a la inversa cuando Rebeca la necesitó. Rebeca necesita y merece su propia historia. Mara ha conseguido dar luz con humor a la infelicidad que sufren algunas parejas y, sin embargo, normalmente desconocida llegando incluso a ser tabú en algunas ocasiones. La autora tiene una narrativa muy fresca, repleta de detalles y dinámica, que te hace devorar las páginas de la novela a buen ritmo. He logrado empatizar con todos y cada uno de los personajes excepto con el marido de Valentina, sintiendo pena al terminar de leer la novela, no porque tenga un final triste, sino porque me entristece dejar de ver a través de los ojos de cada uno de sus personajes. Os recomiendo que leáis a Mara Macbel y deseo que disfrutéis tanto como yo al descubrir a Valentina. |
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