Trono de Cristal I

¿Por qué se hizo tan famosa esta saga de Sarah J. Maas? ¿De verdad está a la altura de su éxito y los libros son capaces de mantener el interés y la calidad en todas sus entregas? Yo voy a dar mi opinión libro por libro y no como saga en conjunto (entre otras cosas porque a día de hoy todavía no la he terminado). Para mí precisamente este primer libro es tremendamente ligero y en mi caso cumplió completamente las expectativas de lo que esperaba de una novela juvenil que en realidad me sorprendió por haber encontrado unos cuántos elementos más maduros de lo que podía prever.

Considero que uno de los grandes aciertos de la autora de “Trono de Cristal” es precisamente comenzar sin rodeos. Nos sitúa en un continente en que ya vamos a estar predispuestos a una cierta crueldad por las condiciones en las que se encuentra Celaena Sardothien, su protagonista, y es verdaderamente complicado no querer saber más acerca del pasado de esta joven, así como otros detalles de este mundo claramente hostil. Precisamente en torno a la propia Celaena, aplaudo la construcción de un personaje fuerte, pero con una gran profundidad, alguien que todavía conserva en su interior esa sensibilidad y delicadeza a pesar de las duras condiciones en las que ha tenido que desarrollarse. Y justamente esas condiciones y esa vida anterior que se nos van ofreciendo con cuentagotas, funcionan muy bien como gancho.

Aunque pienso que hay algunos misterios que desde el primer momento son secretos a voces, hay muchos otros especialmente en torno a la figura del gran villano de la saga, el enigmático y cruel rey de Adarlan, que se me antojan mucho más apetecibles y que me están manteniendo en vilo. Esa maldad de la que se nos hace partícipes en todo momento y lo intrigante de su figura, especialmente cuando tampoco contamos con tantas apariciones suyas (son más las menciones que se hacen al respecto de su crueldad), fomentan la curiosidad en torno a su figura. Siguiendo con los personajes, las interacciones de la protagonista con el príncipe Dorian y el capitán de la guardia, Chaol, anunciando un triángulo amoroso bastante predecible, no me sobran en absoluto e incluso diría que enriquecen la trama.

Como algo completamente personal, agradezco que en este primer volumen la presencia de la magia sea algo más bien puntual; sin embargo, empiezo a sentir curiosidad acerca del funcionamiento de la misma y de las particularidades de su desigual desaparición en el continente. de esta manera, todo ello, unido al conocimiento de un mundo que promete ser muy extenso y la emoción de ese torneo en torno al que se vertebra la trama en este primer libro (y al hilo del cual descubriremos otros secretos de la corte), forma un conjunto verdaderamente atrayente que sin duda invita a seguir avanzando en la saga.