 |
"Corona de medianoche", la segunda entrega de "Trono de Cristal", es mucho mejor que la primera. En este nuevo libro, Celaena Sardothien empieza a trabajar bajo las órdenes directas del rey. Y es que, tras haber ganado la competición, ha sido coronada como su campeona y no tiene más opción que servirle al monarca, lo que significa matar a una serie de objetivos cuyo pecado es ser un tropiezo para los planes del rey. Celaena tiene dificultades para perseguir las órdenes impuestas. Pronto se encuentra eludiendo su deber, fingiendo muertes, dejando libres a sus objetivos. El riesgo que corre es enorme, pero este se intensifica cuando cuando un viejo conocido es colocado como su próxima víctima. Los riesgos aumentan, las dificultades crecen. El misterio alrededor de las marcas del Wyrd llega a otro nivel. El tema de la magia, de la desaparición de esta y la posibilidad de que vuelva a estar presente en la persona menos esperada, se marcan más en esta entrega. Por lo cual, si bien este libro resta de ser perfecto para mí, debo señalar que al menos tiene un número menor de puntos negativos que el anterior. Aquí los personajes están más consolidados, denotan mayor madurez en su creación. Tanto, que ya puedes irte encariñándote de algunos puesto que ya no parecen tan planos. En lo particular amé a Dorian. Me encantó que supiera cuándo perder, en qué momento dejar ir a Celaena por su propio bien y el de ella. Por otro lado, Chaol... Sigue sin gustarme del todo. Considero que aún hay mucho que mejorar en la trama. Hay escena de acción que me dejaron esperando más, otras que las sentí un poco simples, pero bien, tras el final de este libro, continuaré leyendo. Debo admitir que me golpeó en la curiosidad. |
>
