Encuentro casual

Roe es una mujer joven, independiente, lista, con un trabajo estable y sin pelos en la lengua. Su padre falleció en el 11S, su madre es alguien muy importante para ella y su hermana es drogadicta, esta última abandonó a su hija a las pocas horas de nacer y nuestra protagonista se hace cargo de su sobrina, la quiere como a una hija.

Combinar tu vida personal, con el trabajo y una niña que no tiene un año no es fácil, pero ella intenta hacerlo lo mejor que puede, tanto que antepone todo a la pequeña, incluso su vida amorosa su pequeña es lo más importante y ellos al enterarse salen corriendo.

El cansancio de Roe es evidente, tanto que hay días que necesita dosis dobles de café y en ello está cuando sin querer le tira el café a uno de los altos ejecutivos de la empresa, él se comporta como un idiota.

Al día siguiente, cuando Roe llega a la oficina se entera que le han cambiado de puesto y que a partir de ese momento trabajará con Thane, que es el mismo al que le tiró el café.

Thane es un alto ejecutivo de la empresa, es un hombre que sabe lo que hace, seguro de sí mismo y que no soporta que lo desafíen.

Para Roe esto es un castigo y como tal hará su trabajo, pero no se lo va a poner fácil a Thane, lo va a desafiar todo lo que pueda.

Los tiras y aflojas entre ellos son continuos, se buscan los límites, se buscan y, poco a poco, se van acercando y es cuando se van dando cuenta la atracción que hay entre ellos.

El romance empieza con esa atracción para ir dando paso a los sentimientos, pero ambos tienen un pasado complicado y no será fácil, sobre todo por el miedo abrirse a otra persona y que te vuelvan hacer daño.

Un romance de oficina que traspasará las puertas a lo personal, donde no sé esconderán y tendrán que hacer que sus dos mundos encajen como piedras de un puzzle.