Rosalía de Castro

Rosalía, romántica, enamorada de los cementerios y desengañada del mundo igual que su buen amigo Bécquer es uno de los grandes nombres de nuestra cultura y, como buena gallega, vivió y murió sin hacer mucho ruido. Casi ninguno, de hecho.
Luisa Carnés, de la que os hablé hace nada, le dedica esta pequeña biografía en 1945, ya cuando está en el exilio mexicano. Quizá la morriña influye en la sensibilidad con la que trata y comprende su vida, su obra y sus sentimientos. Y si bien hay un poema en el que no comparto su interpretación (uno de mis favoritos "da miña Rosalía") nada le puedo reprochar; el lirismo de sus palabras te traslada a esos huertos padroneses llenos de flores.

Si no conoces la vida de esta gran mujer, gallega en toda la acepción del término, doliente y amante hasta el último suspiro, esta obrita de Luisa Carnés es el modo ideal de acercarte a ella.