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Mujeres, ausencias, piedras. ¿ Que tienen en común ? Por lo pronto que plagan enlazan, realzan las historias que Brenda Lozano enhebra, deshilando las de la cotidianidad. Una simple frase, un objeto, una pregunta, un hecho cualquiera aparece como memorable, en todos sentidos, puesto que la memoria, no juega limpio, lo hace a saltos entre diversas circunstancias que atañen a cualquiera. Pero su persistencia, refleja las piedras que son un escollo, un apoyo, o un simple testigo en segundo plano. Su resistencia equivale a la de cualquier ausencia, sea o no permanente, concita recuerdos, puede invitar a la reflexión, pero lo que es seguro es que atraerá memorables momentos solo dignos de recordar para quien los enlaza, aparentemente sin razón a las cuestiones “de importancia” Su existencia retrae a la de las mujeres que cruzan estos cuentos, o que son arrolladas por recuerdos y circunstancias en los mismos, Así tenemos elefantes memorísticos, con una memoria como de roca, inamovible, parejas que com9 una piedra en el zapato , reconsideran las relaciones anteriores de su pareja, Gorilas que desde lo alto de una piedra dominan el mundo que les corresponde, niñas que de tanto “ desconocer” resultan más certeras en sus preguntas que un policía jugando al “avión “ fotocopiadoras guardianas de la memoria, para cuando sea necesario. Un rabino que sueña en un avión tras la muerte de su hermano. Vecinos que imaginan hechos paranormales. En estos cuentos que parecen resultar caóticos existe un orden, el inalterable, el de las piedras que serán persistentes, resistentes existentes y que eventualmente cubrirán nuestras tumbas Tan antigua y persistente relación como la fotografía trabajada que adorna su portada. |
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