Thriller sobrenatural que te atrapa desde la primera página y tiene la capacidad de mantenerte en vilo hasta el final. Desde el principio, sientes como propia la preocupación de una madre por su hijo, Julián, de nueve años, quien está sentenciado a causa de un cáncer y eso ya es un punto a favor en una trama trepidante que no da tregua, con descripciones sublimes y una narración ágil que te precipita a unas circunstancias que, explicadas de otra forma resultarían inverosímiles, pero el autor tiene la capacidad de hacerlas tan reales que llegas a buscar el pueblo de Fosco en Google aunque no exista. Genial. Lectura muy recomendada. |