Y tú no regresaste

¿Cómo se reseña la desesperanza? ¿Cómo podría yo ser objetiva si al terminar este libro solo tengo el pecho oprimido?
Hablar de este libro a detalles sería hacer spoiler, es muy corto, HÁZTE EL FAVOR DE LEERLO. Su historia, es una de las pocas (son pocas en comparación con los millones que murieron) que se han escrito sobre el holocausto. Testimonial sin ser víctima, más bien, siéndolo, la escritora utiliza un tono de testigo. Escrito en segunda persona (la segunda persona en literatura me pone la piel de gallina) dirigido a alguien que nunca regresó.

A estas historias las abrazo, todas, sin distinción. Me dejan un buen rato renegando de nosotros, la peor especie que ha poblado este planeta (la más injusta y cruel) y deseando resetear la historia, donde podamos ver un pueblo alemán combatiendo a su propia plaga en vez de apoyándola, donde veamos a los judíos, musulmanes y cuanta religión exista, poder coexistir en paz, ya bastante tienen con cargar con la ceguera que les somete, pero es su derecho. Me gustaría darle una oportunidad al ser humano para elegir la bondad sobre el odio, la oportunidad para dejar de "clasificar" y de "cosificar". ¿Podríamos?

Este libro hay que "sentirlo", donando un poco de humanidad haciendo una pausa en cada párrafo para no solo comprenderlo y relatarlo, sino sentirlo, respetarlo, llorarlo. Estoy muda ante el horror, sorda ante los lamentos, sobre todos ante aquellos que no se escucharon, sin esperanza ante el dolor que les persigue desde entonces y hasta siempre, del que no saben como reponerse, del que no pueden reponerse.

¿Te has preguntado como sería perderlo todo una mañana? Con todo me refiero a casa, familia, patria, personalidad, dignidad. ¿Te has preguntado cómo sería perder todo ese mundo que hoy tienes y quizás no creas perfecto? ¡En realidad sí es PERFECTO! Si lo dudas, entonces lee este libro donde verás al ser humano luchar con la pérdida de moral, luchar con la vejación y la crueldad, y la peor pesadilla, luchar con el trauma de sobrevivirlo y agradecerás por el pan de tu mesa, por tu libertad, por tu capacidad de decisión, por tus imperfectos seres queridos. Léelo y aprovecha que puedes, para besar a tu pareja, para abrazar a tu hijo, para sonreír a tu vecino, para respetar al que sufre, para agradecer por el día, el sol, la lluvia, la mañana y tu libre albedrío para disfrutarlo. Disfruta esas cuatro esquinas que llamas tu casa, si es más que ladrillos y tienes un hogar donde habita un libro y a veces incluso una flor, sonríe: eres rico.

Somos un triste pasar por este sinsentido que llamamos vida, si puedes revertir ese lamento y también creer y asegurar que es bonita, eres dichoso, entonces, por aquellos que no regresaron, hazte un favor: VIVE.