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Es el primer libro que leo de Andrea Longarela y sin duda sé que no será el último. Una historia que no pude parar de leer ya no solo por la trama, sino por la forma en la que está escrita. Una de las cosas que ha conseguido llamar mi atención es la forma en la que el mar esta presente en esta historia y lo que nos aporta, ya que creo que eran de mis partes favoritas de la lectura. En cuanto a la historia que mantienen Alba y Enol me gustó pero se me hizo un poco lento en algunas partes. Sin embargo, lo que sí consiguió mantenerme enganchado a la lectura fue la historia de Pelayo, ya que no me la esperaba en ningún momento, simplemente preciosa. También tengo que destacar su relación con Alba, ya que me pareció muy tierna y real así como que Alba regresara al pueblo a cuidar de él. Un libro que sin duda recomendaría a cualquier persona. |
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