El faro de los amores dormidos

¿Qué pasa cuando 5 estrellas se quedan cortas?

Este es el segundo libro que leo de Andrea Longarela y me sobra para reafirmar que no hay nadie que escriba sobre sentimientos como ella.

Esta es la historia de Enol y Alba, de Alba y Pelayo, su abuelo, y de Pelayo con otra persona.

Es una historia de amores de verano (y de otoño), de primeras veces, de segundas oportunidades, de crecimiento y de encontrar tu lugar.

Está escrita a cuatro voces y que una de ellas sea el mar me parece algo muy original a la vez que bonito, teniendo en cuenta que se desarrolla en Varela del mar y que dos de sus protagonistas están enamorados de él.

La relación entre Enol y Alba me ha gustado pero, ni de lejos, ha sido mi favorita. Si tengo que elegir me quedo con la de Pelayo y Alba, ese amor entre nieta y un abuelo cada vez más ausente a causa de su enfermedad pero que la quiere y la cuida pese a todo.

¿Y esa amor secreto que tanto atesora Pelayo? Cómo me ha dolido, qué bonita y qué dura al mismo tiempo, qué 100 últimas páginas que me han mantenido con la lágrima asomando hasta el final, con las que he llorado pero de las que, sin embargo, no cambiaría nada.