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Es el segundo libro de Nerea y ¡me ha encantado! 🤩 Gwen ha tenido que irse a vivir a casa de su abuela durante el verano. Ella y su amiga Wanda serán los pilares principales en su vida. Aunque también conocerá al chico de las flores, que cuidará el jardín de su casa, y a su grupo de amigos. Antes de empezar la universidad, conseguirá muchas cosas, aunque pierda otras por el camino. Gwen es un personaje excéntrico, que ha pasado por algo traumático y que lo está llevando como bien puede. Hugo no puede ser más tierno, encantador y buena persona, aunque "el perdón" no entre en su vocabulario. Los secundarios son muy variados. Me han hecho reír y querer matar. Y espero ver a unos que yo me sé contando su propia historia 👀 Es una historia llena de pruebas para nuestros protagonistas, que les harán caer y levantarse más fuertes que nunca. Esta novela es la vuelta a la adolescencia, a esos problemas que nos parecían tan nimios, pero que eran un mundo para nosotros. La pluma de Nerea es muy ligera y te engatusa desde la primera página. Te hace conectar con los personajes desde el primer momento, y eso es de lo mejor. Si le tuviera que poner una pega, es que me hubiera gustado saber más de la vida de Hugo, ya que aunque es el protagonista masculino, está todo más centrado en Gwen. Si hubiera una palabra para definir este libro, sería "adorable". |
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