Lo vuelvo a decir, OJITO con la nueva sección de “Nuevos cuadernos Anagrama” que tiene mucho que ofrecer y seguramente lo va a petar muy fuerte en los próximos meses. Con el término OFENDIDITO pretende dar visibilidad al ninguneo que hace la rama conservadora a cualquier tipo de protesta liberal. Lo que viene a ser ridiculizar para quitar voz y posicionarse por encima. Así, el derecho a la queja se convierte en un privilegio de unos pocos porque hemos aceptado que se demonice la protesta. Y es que…¿dónde está el límite entre tener libertad de expresión y fomentar los delitos de odio? He de reconocer que yo ante este tipo de discursitos e ideas tóxicas soy bastante intolerante ya que, para mí, en el momento en que se vulneran los derechos humanos básicos, se lanzan mensajes de odio hacia ciertos colectivos o se ataca a minorías ya no entra libertad de expresión posible ni estoy dispuesta a sentarme a escuchar. Esto es sencillo: toda persona que se vuelve violenta, pone comentarios hirientes e insultantes por Internet y pasa vídeos cortados o manipulados, entre otras cosas maravillosas, no hace sino reforzar esos fantasmas que vuelven a recorrer Europa: el fascismo, la discriminación justificada y la falsa propaganda. |