La guardiana del ámbar

La guardiana del ámbar ha sido mi última ficción histórica escuchada con el lector de pantalla de Iphone, método que me resulta cómodo, ya que me permite hacer otras cosas a la vez que descanso mis ojos de la lectura.
Narrada en dos lineas temporales. La primera en Rusia antes y durante la revolución de 1911 que terminó con la dinastía de los Romanov y la segunda en Inglaterra en los años sesenta.
En la historia del pasado una joven institutriz inglesa, emigra a Rusia para para trabajar a las órdenes de una familia de condes de la alta aristocracia. Millie me ha gustado pues creo que aunque es una joven que suele decir lo que piensa y es a su modo reivindicativa, entiende cual es su lugar en el mundo en el que vive, dotando al personaje de credibilidad . La revolución está presente en el relato, pero como un medio para contarnos la historia de los personajes, dejando pinceladas aquí y allá pero sin profundizar en demasía en la parte histórica. La joven deberá lidiar con la condesa, un personaje al que he encontrado demasiado plano y exagerado, además de tener la sensación de que la autora repartía los "roles" entre los condes etiquetándoles, sin trabajar demasiado los matices.
En la parte de los años sesenta, la joven Abbie vuelve a casa después de la muerte de su madre, con la que nunca se llevó demasiado bien. La relación con su familia es bastante tensa, como siempre pasa cuando se juntan las culpas, los celos y otros legados familiares. Abbie aprenderá muchas cosas de su madre y de sí misma gracias a su abuela a la vez que deberá ganarse el respeto y la confianza de su padre y su hermano para dirigir la empresa familiar.
Ambas historias me han gustado sin llegar a conquistarme.
Pienso que está bien escrita, pensada y estructurada y aunque no me haya emocionado en ningún o casi ningún momento, ha sido una lectura entretenida con la que he disfrutado moderadamente.