Rebeldes, ni putas ni sumisas

En este libro podemos encontrar una autentica colección de frases, refranes, y actuaciones machistas por desgracia reales y muy de actualidad todavía y eso que Rebeldes, ni putas ni sumisas se publicó en 2005, ya han pasado 14 años. Son crónicas relacionadas con las noticias de la actualidad del momento (entre septiembre y diciembre de 2004).
El título del libro lo ha tomado, en parte, del nombre de un movimiento feminista francés, Ni putes ni soumises, que se creó en 2003 por la iniciativa de jóvenes francesas (a raíz del asesinato de Sohane, una adolescente que por rechazar al novio éste la quemó viva), para luchar por sus derechos en respuesta al maltrato que sufren las mujeres en los suburbios de las grandes ciudades como París, Lyon o Toulouse, donde la violencia contra las mujeres es considerable y que al ser generalmente inmigrantes son obligadas por los jóvenes de los suburbios a someterse a normas culturales que les impide modernizarse y crecer como mujeres libres, de alguna manera las hacen elegir entre ser "respetables" o "no respetables". al no querer encasillarse solo queda "rebelarse". La igualdad es un derecho no un capricho. Maltrato, violencia de género, poca presencia pública, sin capacidad para decidir en temas que nos afectan directamente, y un montón de abusos y de injusticias nos relegan a un papel secundario en nuestras propias vidas simplemente por ser mujeres, muchas además sufren normas culturales injustas. Por eso hay que concienciar a todos, no es una lucha solo de mujeres, se necesita la colaboración de los hombres.
En Rebeldes, ni putas ni sumisasGemma Lienas habla de todo esto, de la violencia de género, de las víctimas y de comentarios de algún político que cuestionan las cifras que se dan; de los anticonceptivos y los daños colaterales, de la necesidad de una educación sexual a los menores, de los crímenes de honor que todavía hoy se llevan a cabo en algunos países, de la relación de las distintas religiones con las mujeres y su trato (no precisamente de igualdad), políticas de conciliación familiar, la desigualdad salarial y toda un amplio muestrario de prejuicios de nuestra sociedad, sin morderse la lengua, casos reales, con cifras (del año 2004) y argumentando sus críticas.
Rebeldes, ni putas ni sumisas, el feminismo solo pide igualdad política, económica y jurídica de la mujer respecto al hombre, ni más, ni menos.
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