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Tenía muchísimas ganas de leer libro, muchísimas y no sé muy bien por qué, porque la portada no me llamaba especialmente, y no había leído la sinopsis, pero la intuición (y alguna videoreseña en el canal de Rolly Haatch) me decía que esta novela era de las que me podía gustar muchísimo. Y la primera conclusión a la que he llegado es que no es lo que me esperaba. Esto de por sí no es bueno ni malo, simplemente diferente. Quizás por el título me esperaba una novela de acción, con muchos tiros y mucha tecnología futurista para persecuciones de infarto o yo qué sé. Pero no. Por el contrario, desde el principio me sumergí en una historia calmada, muy introspectiva, y sobre todo muy emocional. Porque para que vayáis avisados, a pesar del título, la huída del protagonista es más bien de sí mismo mientras que el peligro real del que escapa es sólo el detonante que le empuja a fugarse. Y digo protagonista porque tiene más líneas en el guión, pero en realidad los personajes principales y narradores son dos, que se complementan entre sí y que nos dan la visión general de la historia. Todo comienza cuando Liam descubre que no quiere ser una oveja más del rebaño y decide no acceder a someterse a unas pruebas que el gobierno de su sociedad impone a determinadas personas con ciertas anomalías genéticas. Nadie pregunta ni cuestiona para qué son esas pruebas ni se plantean negarse a realizarlas, pero Liam tiene una corazonada y decide huir. Con Jared a la zaga, porque su mejor amigo no está dispuesto a que Liam vaya solo por ahí, fuera de la seguridad de la ciudad con la cantidad de peligros que puede haber, como por ejemplo, gente normal al margen de la sociedad perfecta que se tienen montada. Ambos chicos tienen personalidades muy definidas y se nota desde el principio que son personajes muy bien construidos, muy bien planteados y que se complementan entre sí. al principio me decanté por Jared, por ser un personaje con el que es mucho más sencillo conectar (simpático, leal, seguro de sí mismo, confiado), pero sin duda acabé adorando a Liam muy a mi pesar, porque realmente es el personaje que nos trasmite el mensaje que se propone la novela, que no es otro planteamiento que: ¿qué nos hace verdaderamente humanos? Esta es la reflexión en torno a la que gira toda la trama, y la pregunta que sobrevuela una y otra vez por la cabecita de Liam. En ese sentido, me parece una novela planteada de forma magnífica, porque a pesar de que hemos podido ver la misma premisa en otras historias llevadas al cine como “Inteligencia Artificial” o “Yo, robot”, la perspectiva que le da Sonia Lerones, para mí es completamente nueva: el amor. ¿La capacidad de amar es sólo humana o es el amor lo que nos hace humanos? Sí esta pregunta os resulta interesante, os podéis hacer una idea del calado que tiene la huída de Liam, mezclado con reflexiones sobre el libro albedrío y el conocimiento de uno mismo. Ambientando toda esta trama psicológica entre personajes, sentimientos y reflexiones, tenemos como trasfondo una sociedad distópica, en un futuro bastante lejano e incierto que no podemos situar y al que no encontramos explicación en la novela: simplemente la sociedad ha llegado a ese punto. Este quizás es uno de los puntos más flojos de la historia, el poco desarrollo que tiene el contexto. He echado en falta una línea temporal o algún recuerdo de algún personaje explicando cómo se llegó a esa sociedad utópica. Aunque ahora que lo pienso, lo mismo es que ni siquiera es una sociedad futurista sino una completamente paralela a la nuestra actual y que realmente la autora haya querido lograr ese efecto: ¿nos gustaría una sociedad así, no en un futuro, si no ahora mismo? En ese caso, lo consigue y la respuesta es no, creedme, no nos gustaría. Sin embargo, esta cojera de contexto queda compensada con la cantidad de adelantos tecnológicos, de logros futuristas y de costumbres sociales súper avanzadas que se nos describen durante todo el libro. Es algo de lo que más disfruto cuando leo una novela de ciencia ficción. Me encanta leer y pensar que algún día la imaginación se hará realidad y que veremos muchas de las cosas que nos describieron antes las novelas o las películas. En “Fugitivo” se pueden ver muchísimos de estos detalles, desde cómo son las sábanas hasta cómo es tratada la salud de los ciudadanos en esa sociedad. Como ya os he dicho, al esperarme una novela con mucha acción, al principio el ritmo me pareció lentísimo, pero una vez que me adapté a la lectura, me fue fácil leer capítulo tras capítulo hasta el punto de adelantarme en la lectura conjunta en la que estaba participando, así que es una muestra de que el libro además de entretenido, engancha sin problema. Y hablando de los capítulos, otro punto negativo que añadiría sería su excesiva longitud. Son larguísimos, demasiado para que me resulte cómodo leer uno de seguido. Nunca he sido de los lectores que necesitan empezar y terminar un capítulo para que nos les entre una crisis de ansiedad por dejar de leer a mitad de una página, pero también es cierto que me era imposible leer un capítulo entero en los ratos en que yo suelo disponer para leer. Por todo ello y a pesar de que no ha cumplido mis expectativas, en cuanto vi por dónde iba realmente la novela, sí ha cumplido con otras, así que pasará a ser otra de mis recomendaciones incluso para quienes no suelan leer sci-fi. En definitiva, una novela rápida de leer, una historia entretenida, con personajes que consiguen llegar a hacernos reflexionar y cargada de androides pero muy humana. No la incluiría entre mis lecturas favoritas, pero sí entre las más estimulantes, sobre todo porque siempre es un placer leer la narración que fluye de Sonia Lerones, a quien anteriormente sólo conocía por sus relatos cortos, y que me tiene impresionada por poder transmitir tanto en tan pocas líneas. Enlace: https://enmitiempolibro.blog.. |
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