 |
Dennis Lehane realiza una radiografía impecable de aquélla época de destilerías y garitos clandestinos, tiroteos en plena calle, corrupción policial y política, vendettas y guerras de clanes y de razas; una época de gánsteres, mafias, honor y traición. En éste caso, Lehane nos narra las experiencias de Joe Coughlin, hijo de un destacado capitán de la policía, que no sigue precisamente los pasos de su padre… empezó con hurtos de pequeña magnitud, pero ya ha dado el salto a crímenes de gran envergadura, jugando con la paciencia de gente importante a la que convendría no molestar, pues no les resultará ninguna molestia quitarle del medio si es necesario. Nos cuenta las etapas de Joe, épocas de libertad, de prisión, de esplendor, de decadencia, de vida y de muerte. Joe no se considera un gánster como tal, él se denomina como un “fuera de ley”, pero eso no importa para aquél que vive la noche. En el día cada persona mantiene su vida y su reputación intactas… pero la noche rige sus propias normas, y el hecho de vivir en la noche implica no tener normas… Joe mata o manda a matar a aquéllos que se lo merezcan, destila y comercia ron ilegal, es dueño de burdeles… su dinero es sucio, completamente sucio, pero lo emplea para obras de caridad; lo dona a organizaciones o a hospitales y compensa las vidas que ha quitado salvando otras. Esto nos plantea lo siguiente: ¿se puede ser un buen delincuente y una buena persona al mismo tiempo? La ambientación de una época ya bastante lejana está muy bien lograda, describiéndolo todo con una prosa precisa y efectiva que transmite la energía de los años 20', se percibe que Lehane se ha informado mucho antes de escribir ésta novela. También la enfatización en las costumbres y los actos comunes de esos años, hacen que no decaiga el ritmo a lo largo de todo el libro y que quieras seguir leyendo. He logrado empatizar en cierto modo con el protagonista, con Joe, por la manera que tiene el autor de venderlo. Difícil labor ha llevado a cabo Lehane, pues sentir empatía hacia un gánster, asesino contrabandista, no es precisamente fácil; pero en el momento en el que te expone su realidad, el hecho de que se siente mal haciendo lo que hace, se siente encerrado en un cuerpo que controla sus actos, se logra no pintarlo como el malo de la película. Joe quiere calma y paz, pero también dinero, y puede que eso sea su cruz. Lo único que no me ha terminado de gustar han sido un par de hechos que a mi juicio requerirían algo más de profundización y una explicación más congruente, y el final. El final siento que me ha decepcionado un poco, no por el concepto de la conclusión, sino por el modo de cerrar, dejando en el aire una cuestión de vida o muerte… Es una lectura de un ritmo ágil, divertida, en la que se tratan temas como el amor y lo que estamos dispuestos a hacer por él, la traición, la lealtad y lo que conllevan cada una; la recomiendo fervientemente a los amantes del género. |
>
