Un libro ilustrado de divulgación para lectores preadolescentes. Quizás es esa parte precisamente que me ha hecho disfrutarlo menos de lo que me esperaba: demasiado juvenil tirando a infantil. Todo me ha parecido muy simple. Aún así, me parece un libro absolutamente precioso. Las ilustraciones son para enamorarse y como pequeña aproximación a la era feminista que tanto temieron como para crear la imagen de bruja que tenemos hoy, no está tan mal. |