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La historia nos sitúa en Newburyport, EEUU. Allí conoceremos a Frank Bradley, un hombre que dio un cambio de vida radical, dejó su estresante trabajo en la bolsa de Wall Street para comprar un edificio, adecentarlo y convertirse en el casero de bastantes inquilinos. Frank es feliz con su nueva vida, se dedica plenamente a que todo esté en orden en su edificio y son como una pequeña hermandad. Un día el destino hará que su vida se cruce con la de Pepper, un perro callejero que se convertirá en el nuevo compañero de piso de Frank. Gracias a Pepper, Frank conocerá a la veterinaria de la ciudad, Aliena Ruslan. Aliena regenta la clínica junto con sus dos mejores amigos y es una profesional excelente y muy volcada con su trabajo. Pero no todo es de color de rosa, el antiguo dueño del edificio, Ivan Kozlov, quiere volver a recuperarlo a toda costa, y hará todo lo que esté en su mano para ello. Mientras Frank intenta superar obstáculos para mantener su edificio a salvo, no podrá negar que algo está naciendo entre él y Aliena. Marion S. Lee nos presenta una historia con una base y una trama sencilla, pero no es algo para nada negativo. Desde el inicio la historia me ha ido atrapando y enganchando, la autora tiene una forma de narrar que hace que las páginas se pasen volando. Me ha transportado totalmente a ese bonito lugar que me ha hecho imaginarme en mi mente. Adoro las novelas inspiradas en otros países y esta tiene los ingredientes perfectos para conseguir evadirte totalmente de la realidad. Nuestra protagonista femenina, Aliena, de origen ruso, es una mujer fuerte y decidida. Una chica con mucha personalidad, emprendedora, cariñosa y dulce. Dedica plenamente su vida al trabajo, el cual le trae muchas alegrías, pero también muchas tristezas cuando algo sale mal. Lleva una vida bastante sencilla y rutinaria hasta que Frank y Pepper se cruzan en su camino. Vive con su gata Bluebell, que también es otro personaje al que he cogido mucho cariño. Frank es otro de nuestros protagonistas principales, por no decir el que más. Frank es un hombre natural, muy correcto, caballeroso, prudente…no tiene un ápice de maldad. Me ha sorprendido gratamente este personaje, ya que muchas veces estoy acostumbrada a ver en novelas románticas el típico macho alfa, malo, gruñón que después se vuelve bueno, y eso cansa. Estamos ante un hombre de los pies a la cabeza, perfectamente creado y con una gran personalidad. Como punto muy muy a favor, trata siempre con respeto y un cariño especial a Aliena, no nos vamos a encontrar una mala frase o gesto hacia ella. Me encanta que se destaque el respeto entre ambos géneros y la igualdad. Como os podéis imaginar, en una novela tan larga, tendremos también bastantes personajes secundarios. Sean y Jimmy, los amigos y compañeros de clínica de Aliena. Ivan Kozlov, antiguo dueño del edificio de Frank. Sergei, pertenece al entorno de Kozlov. Por supuesto conoceremos a los vecinos de Frank Bradley, a su familia, amigos, y a su hermana Winnie. A pesar de que no me gusta encontrarme con muchos personajes en las novelas, creo que todos ellos son necesarios y han aportado algo a la historia. Han sumado a que la novela sea mucho más amena y conozcamos mejor a los protagonistas gracias a ellos. La pluma de la autora me ha gustado bastante. Si que es verdad que en algunos momentos de la historia se me ha hecho algo lenta, he visto frases repetidas y situaciones que me hubiesen gustado que pasasen más deprisa. La autora ha utilizado un lenguaje sencillo pero trabajado y elaborado, con un gran uso de sinónimos y expresiones diferentes. La narración es exquisita, la novela está muy bien llevada y estructurada. Marion ha creado una de esas novelas que con su sencillez te enamoran. La novela se encuentra narrada en tercera persona y contamos con la presencia de un narrador omnisciente, por lo que en todo momento vamos a conocer los pensamientos de los personajes. Creo que este tipo de narración ha favorecido al desarrollo de la historia, al ser una novela larga. Estamos ante una obra con 594 páginas estructuradas en 30 capítulos y un epílogo. Este libro pertenece a la bilogía “Entonces tú”, pero es autoconclusivo y la historia queda perfectamente cerrada. El final, como no podía ser menos, me ha parecido perfecto. En la siguiente parte de la bilogía vamos a conocer a otros dos personajes que han formado parte de esta historia. ¿Tenéis ganas de saber cuáles son? En conclusión, Hasta que tú llegaste, es una novela romántica en toda regla. Con unos personajes que enamoran desde el principio, una narración fluida y amena, una ambientación que favorece la lectura. Marion ha creado una obra ideal para disfrutar de un buen romance a fuego lento. No me queda más que recomendarlo |
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