¡Este libro me ha gustado mucho! Es una historia muy tierna y que esconde una enseñanza. He simpatizado mucho con Said y me he maravillado con el humor de algunos personajes, sobre todo con la sabiduría de la cabra Zakia. No suelo leer cómic y es un estilo que no suele gustarme, pero en esta ocasión tengo que decir que estaba equivocada. Me ha recordado a los cuentos que leia cuando era pequeña, sobre todo a El Principito, un niño vaga en busca de una respuesta a una pregunta que se hace (en este caso a donde van las hormigas) y se va encontrando un montón de peripecias por el camino hasta finalmente llegar a su destino. La edición está muy cuidada y me ha gustado el detalle de que el diseño fuese en blanco y negro, ya que me permite imaginarme todo tipo de colores sin que me vengan ya dados por el propio libro. Sin duda repetiré y me he quedado con un sabor agridulce tras su lectura. Dulce porque he adorado a Said y su pequeña historia, y agrio porque ha sido demasía do corto y echaré de menos al niño y a su cabra parlanchina, que tanto tienen que enseñarnos. Muchas gracias a Planeta y Babelio por dejarme ser una niña otra vez.
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