La ciudad del agua

Nos encontramos ante otra versión del clásico romance de Romeo y Julieta, aunque en esta ocasión la época es muchísimo más moderna, tanto, que Julieta decide tomar las riendas de su vida y da esquinazo a un Romeo de lo más gilipollas... ¡Mola que las chicas sean guerreras!

La ambientación es muy buena: realmente me imagino Nueva York invadida por el agua. Tal y como están las cosas ahora, es lógico pensar que en un futuro lejano, los polos se derretirán y el nivel del agua se tragará todas las costas. Me gusta la idea de separar las clases sociales por alturas: los ricos en lo alto de los rascacielos, lejos del agua, y los pobres junto a las calles anegadas. El lector se lo imagina sin dificultad, lo que ayuda a que se meta de lleno en el libro.
Sin embargo, hay un detalle que no termina de convencerme: ¿qué es lo místico? Si estamos en una época realista (dentro de lo que cabe en un futuro), ¿por qué de repente hay personas que tienen "poderes"? No lo explican y considero que es bastante importante teniendo en cuenta que uno de los protagonistas es un místico.

Ningún personaje destaca especialmente. Son muy normalitos, cortados por el mismo patrón. Aria es mansa como un corderito, ni siquiera cuando está enfadada da miedo. Y hay algo de ella que me hace mucha gracia: da igual la ropa que lleve puesta (vestidos, faldas...) que siempre tiene bolsillos para guardar monedas ilimitadas con las que pagar a los gondoleros. Me recuerda a los videojuegos, donde tenemos un inventario para guardar de todo...
¿Y qué me decís de Kiki? ¿Qué clase de nombre es ese? Encima es un personaje con una personalidad despreciable: egoísta, superficial, mandona y mentirosa. No puedo evitar imaginármela pequeña, con voz chillona y pateando el suelo cuando se enfada. Es la única que se ha ganado un poco de odio por mi parte... Bueno, y el calzonazos de Thomas también.

La lectura es muy ágil y rápida. Se agradece que los capítulos sean cortos, ¡hacen que las páginas pasen volando!
Nada más empezar el libro, te das cuenta de que huele a gato encerrado: todos se comportan de forma muy rara, excepto Aria, y sin apenas esfuerzo uno se imagina por dónde van los tiros. La trama se convierte en un complot oscuro, una mentira que se enreda y te obliga a estar atenta cada segundo, porque nada es lo que parece. ¿Por qué crear una mentira tan enrevesada? Precisamente ese es el tic de la cuestión y, por supuesto, no os lo voy a decir :P
¡El final es alucinante! Me encanta que tenga un toque gore. A veces es necesario algo de violencia, que ahora los libros juveniles quedan demasiado sosos. ¡Por suerte en Mystic City hay sangre para dar y tomar! jaja

Una observación acerca de los libros de Montena: ¡me encanta como huelen! No puedo evitar olfatear cuando los abro por primera vez. ¡Es un olor exclusivo que me chifla!

Saludos ;)