Los de Bilbao nacen donde quieren

Con un inicio potentísimo, esta novela debut de María Larrea, (Premio mejor primera novela en Francia), promete una buena lectura con una sorprendente narrativa.

Dolores, en Galicia, decide entregar a su hija recién nacida a un convento. No quiere niñas. Se llamará Victoria y será la madre de María.

En Bilbao, una prostituta dejará a su hijo al cuidado de unos jesuitas. Se llamará Julián y será el padre de María.

Ambos, Julián y Victoria, ya pareja, se exiliarán a París para huir de la pobreza y empezar una nueva vida.

María Larrea, en esta obra de autoficción, es la hija de estos exiliados, llamada a descubrir, ya con 27 años y con su propia familia formada, los oscuros orígenes que le han sido ocultados.

Adopciones ilegales, búsqueda de identidad y exilio son los tres temas principales de una novela bien narrada, pero en la que sinceramente intuyo la ficcionalización de algunos elementos que para mí son importantes; la falta de profundidad en el tema esencial y, lo que me ha parecido, un intento de mantener una cierta distancia emocional de los hechos que se narran por parte de la autora, una postura aséptica que parece querer separar realidad de ficción. No sé si esto es posible si alguien decide narrar la historia de su propia vida.

Con ello, ese inicio tan brutal y esperanzador se me va desinflando a lo largo de la historia. Sobre todo, la manera de llegar a determinadas conclusiones, se me antoja efectista, folletinesca y poco creíble y, desafortunadamente, me rompe el contexto emocional alejándome de los hechos. Por supuesto, no creo en determinadas cuestiones, algo en lo que sí confía la autora, muy fiel seguidora y lectora de Alejandro Jodorowski, y además cineasta. Me ha sido imposible no presuponer, en algunos aspectos, un punto "peliculero".

Tres huérfanos que recuperan su identidad en la misma familia. Tres madres, adoptiva, biológica y de leche. Mucho tres. Mucho. Se me ha terminado atragantando un poco, la verdad. Muy subjetivo lo mío.

Como mi opinión no coincide con la mayoría, aunque la considero bien escrita, recomiendo su lectura para obtener vuestras propias conclusiones.

Seguimos leyendo!

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