Su último día

Como podéis deducir por la reseña, la autora vuelve a repetir un patrón que le funciona perfectamente. Ya sabemos que es una de las reinas del domestic noir, es decir, ese tipo de thriller psicológico en el que la trama se centra en una pareja, una familia, con hijos o bebés, y donde como personajes extras podemos tener algún vecino, alguna compañera de trabajo, y poco más. Shari Lapena es capaz de ofrecernos una trama intensa, y que te atrapa con estos pocos ingredientes, unos escenarios simples, y aunque hay alguna cosilla que se repite, nos va ofreciendo historias distintas, y sigue vendiendo libros como churros.

En esta ocasión, vamos a conocer a Stephanie y Patrick, dos padres primerizos de gemelas, que están bastante agotados porque las bebés sufren de cólicos y casi no duermen. Esto será muy importante en la trama, aunque yo tengo algún pero, aunque lo veremos más adelante. Para Patrick, Steph es su segunda mujer, ya que es viudo, algo que conoceremos pronto, pero no en detalle. La cosa se complica rápidamente, ya que en el tercer capítulo entra en juego Erica, una amiga de Patrick y Lindsey, su primera mujer, que se presenta en el trabajo de él y aunque fingen no conocerse, pronto ella contacta con él y los peores temores de Patrick se hacen realidad. Erica viene para poner su vida patas arriba con una serie de chantajes, amenazas que en principio serán veladas pero cada vez irán a más, y lo peor es que puede acabar con su matrimonio.

La premisa pues es bastante sencilla, pero con esta autora nada es lo que parece. Partiendo de estos pocos personajes que os he mencionado se irán desarrollando más tentáculos que afectarán a bastantes personas, compañeros de trabajo, vecinos, incluso personas que no se conocen entre ellas caerán bajo la presencia de Erica, que tiene mucho que decir, mucho que desenterrar del pasado y mucho para dar quebraderos de cabeza a los personajes principales y a algunos secundarios. La más afectada en principio será Stephanie, ya que Erica trae una noticia del pasado de Patrick que no sabremos si es verdad o no, pero hace que toda su vida comience a desmoronarse. Todo lo que Steph pensaba de su marido, conforme avancen las páginas, se irá desvaneciendo. Desde luego el estado en el que se encuentran ambos no es el idóneo para enfrentarse a una encrucijada así, un chantaje, una amenaza con ir a la policía y destapar algo que podría ser nefasto.. No quiero dar más datos del "meollo" porque no quiero hacer spoiler de lo que mueve todo, aunque sea difícil hacer la reseña sin dar ese dato.

Y ahora vuelvo con lo que os comentaba al principio. Nuestros protagonistas estarán en un estado complicado antes de la llegada de Erica, ya que os decía que con las bebés no duermen, están agotados.. Esto le va a servir a la autora para argumentar muchas de las actitudes de los dos, bien es sabido que cuando una persona no descansa se vuelve más irascible, despistada, no está en su raciocinio, así que para Erica todo esto será ponerle en bandeja la manera de jugar con la pareja, de manejarlos a su antojo, a él de volverlo loco y a ella de influenciarla y hacer que desconfie de su pareja. Está claro que la autora necesitaba ese hecho del poco descanso para que todo fuera más fácil, y es algo en el que se hace mucho hincapié en la historia. Como Stephanie está tan cansada, se deja la puerta abierta en un despiste (¿o no?), se deja una sartén encendida en el fuego (¿o no?), se deja a las niñas fuera mientras ella coloca las cosas en casa... Y como Patrick está tan agotado no es capaz de pensar con claridad el siguiente paso que tiene que dar para que Erica deje de acosarlos... Todo esto se repite durante muchas páginas. Y llega un momento en el que el lector empieza a pensar "vamos a ver, si tan mal está esta pareja porque no duermen y no descansan, y tienen dinero de sobra, por qué no llevan a las bebés como todo hijo de vecino a la guardería o bien contratan una persona durante unas horas para que las cuide y ellos dejen de ser zombies y puedan descansar un tiempo extra al día?" 😑😑😑. Ya sé que la autora tiene que justificar todas las equivocaciones que tiene la pareja, que Erica les nuble la mente, al no estar al 100% de sus cabales. Pero esto me ha parecido poco creíble. Aún así, a la autora como os digo le funciona perfectamente.

¿Qué es lo que va a suceder a continuación? Que cuando entre Erica en acción Patrick tendrá que contar cosas a Stephanie que no le había contado. No son mentiras realmente hablando, pero son cosas de su pasado que le ha ocultado, y para ella, para el caso es lo mismo. La cosa se complica más cuando al principio lo que su marido le ha dicho que son 2, luego no son 2 sino 6, e incluso llegan al punto de hacer una prueba del polígrafo en el despacho de su abogado para, en caso de ir a juicio, comprobar con antelación si Patrick pasaría la prueba o no, y entonces podría entrar en prisión. Os doy este dato pero no os voy a decir si pasó el polígrafo. Pero evidententemente, su mujer comienza a pensar que su marido no es trigo limpio como siempre pensó. Que los despistes que ella piense que tiene no podrían ser tales, sino quizás algo preparado por su marido, y sobre todo que ella tiene un seguro de vida por valor de muchísimo dinero, y claramente si a ella le pasara algo el beneficiario sería Patrick. Durante toda la historia, los jugadores del que dice la verdad y el que miente van a ser Patrick y Erica, y la autora no nos desvelará quien es quien en este juego hasta literalmente, la última página. Los dos tienen aspectos turbios, dicen mentiras, ocultan mucho y esconden muchas sombras, así que si tuviéramos que apostar sería un 50/50. Con todo esto es con lo que juega la autora para engancharnos y tenernos pegados a esta novela, porque nos comen las ganas de saber quien miente y quien no, qué pasara con Stephanie y sus bebés cuando se descubra todo, y con los demás personajes que también tienen mucho pendiente.

Estructuralmente, vamos a encontrar de alrededor de 400 páginas, con un prólogo, 60 capítulos y un epílogo.Con una narración sencilla y ágil, con bastante diálogo, se convierte en una lectura que os durará muy poco entre las manos. Además tiene unos personajes bien dibujados, que esconden muchas cosas así que a todos les intentaremos buscar las aristas para detectar quien es el bueno y quien es el malo. Con algunos momentos de tensión, no tanto física como mental, duelos mentales entre ellos para detectar los puntos flacos y hacer que caigan, buenos giros argumentales y con esa mano de Shari Lapena para contar una trama en la que al final, nada es lo que teníamos en mente, ya que todo se va acelerando, hay que tomar decisiones bastante drásticas y ahí primará la supervivencia, y el mirar por cada uno.

Y con todo esto no me queda más que deciros que os recomiendo esta lectura, y además yo seguiré repitiendo con esta autora con todas sus novelas.


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