Como todos los libros que leí de la autora te mantiene enganchada hasta la última página, tiene una pluma adictiva y maravillosa. La historia sigue a la familia Kilgour: Patrick (arquitecto, copropietario de una empresa exitosa con su amigo), Stephanie (actualmente de baja por maternidad, sin parientes ni amigos) y sus dos hermosas hijas, las gemelas Emu y Jackie. A primera vista, parecen una familia perfecta y feliz a la que no le falta nada. Sus hijas tienen cólicos y lloran constantemente, por lo que sus padres no duermen, pero por lo demás no les falta nada. Pero luego una mujer del pasado de Patrick aparece en la ciudad y pone todo patas arriba. Nada es igual que antes. ¡Es una historia adictiva!Capítulos cortos y emocionantes, con un estilo de escritura simple que ayuda a que la historia fluya sin problemas, no hay puntos muertos, estás tenso todo el tiempo esperando que salga a la luz otra información impactante. La trama tiene un punto detectivesco, que en mi opinión se suma al misterio y al suspenso. Y el final... ¡Tenéis que leer esta novela! Para mí, la mejor que leí de la autora. |