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No soy muy fan de la literatura juvenil. Admito que soy algo prejuiciosa con ella puesto que me la imagino llena de clichés y triángulos amorosos de adolescentes apasionados (los cuales no me gustan). Pues no ha estado nada mal. Pero sigue teniendo bastantes clichés. Trinity es una chica muy espacial, es única. Mitad ángel y mitad humana es la última de su raza. Ha pasado toda su vida en el mismo complejo rodeada de guardianes. Gárgolas que pueden transformarse en humanos y viven entre ellos, pero no se mezclan con las personas. Tras el asesinato de su madre su vida no ha sido fácil pues se culpa de lo que pasó. Pero ha tenido una vida feliz rodeada de amigos y seres queridos, y con la compañía de su mejor amigo Misha, al que quiere como a un hermano. Pero un día llegarán un pequeño grupo de Washington DC, y es que algo está matando a guardianes y demonios por igual. La vida de Trinity no volverá a ser la misma desde entonces. Leer este libro ha sido adictivo. El mundo no es especialmente rico, pero sí variado. Tenemos gárgolas, ángeles, demonios, brujos, y algún que otro ser más. También es interesante la sociedad que crea la autora alrededor de ellos y las relaciones entre razas. La acción está asegurada, misterios, drama y sobre todo muuuucho romance. de esto último tenemos de sobra. Soy un poco quisquillosa con las relaciones románticas, pero he de admitir que Jennifer lo ha hecho muy bien. Trinity es una chica bastante impulsiva que no se las piensa mucho pero te cae bien, y Zayne es algo así como su contraparte. La relación entre estos dos está muy bien llevada y desarrollada. Aunque desde un principio la atracción es brutal queda claro que no lo llaman amor, porque eso sería decir demasiado. Otra cosa a resaltar son las escenas spicy. Muy bien Jennifer, muy bien. Ideal para un libro dirigido a un público joven. Me ha gustado mucho y no tardaré en seguir con la trilogía. |
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