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Por lo que creo haber entresacado de la novela, Kushner nos ofrece un buen puñado de instantáneas de tres juventudes: la fascista italiana de entre guerras, la revolucionaria política de la Italia de los setenta, y la artística popera neoyorkina de la misma década. Tres juventudes con intereses y respuestas muy diferentes, pero todas ellas con un lanzallamas entre las manos contra todo lo anterior, pero sin saber muy bien con qué sustituirlo. Un retrato que se hace a base de pequeños relatos, de historias, de anécdotas que son muchas veces divertidas, como las que retratan a ese grupo de “artistas de la factoría Warhol”. Por supuesto, el libro encierra otras cosas, hay una historia de iniciación, una historia de amor, unas gotitas de explotación colonial… pero, a pesar de todo, no me convenció. No digo que no esté muy bien escrita, se lee sin dificultad y hasta con interés pero no me removió en lo más mínimo y no acabo de comprender bien la intención o el objetivo de la autora. |
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