InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de AnnieMoneth


AnnieMoneth
06 July 2022
Esta es una de esas veces en que compras un libro —en mi caso, en formato digital— por su sinopsis esperando encontrar una historia fascinante y te llevas una sorpresa. Mira que leo la prensa todas las mañanas procurando estar al día de la actualidad política y cultural, pero solo después de terminar la lectura de la familia grande, de Camille Kouchner, y buscar en internet la biografía de su autora, he tomado consciencia de lo que tenía entre manos. Esta memoria pez mía me juega malas pasadas, no hay duda, porque el año pasado debí de leer las noticias publicadas sobre el tema. Me estoy refiriendo a la investigación —real, no penséis que la historia del libro es una ficción— por abuso sexual de menores contra Olivier Duhamel, la cual levantó una polvareda tremenda en Francia.

Olivier Duhamel, exprofesor universitario y político francés, miembro socialista del Parlamento Europeo de 1997 a 2004, renunció a todos sus cargos en enero de 2021 en medio de acusaciones de violación e incesto. Su víctima, hoy un hombre de 45 años, denunció en 2021 los abusos sufridos a manos de su padrastro hace tres décadas, a razón de la cual se abrió una investigación. Durante un interrogatorio, el propio Olivier Duhamel reconoció haber cometido abusos contra el hijo de su esposa cuando este tenía 13 años, sin embargo, al final no fue juzgado porque el delito había prescrito.

La víctima no fue la única que tuvo la valentía de hablar, aunque fuera tarde. Su hermana, Camille Kouchner, hija del exministro socialista y cofundador de Médicos Sin Fronteras, Bernard Kouchner, y de la politóloga e icono de la izquierda francesa, Évelyne Pisier, publica el mismo año La familia grande donde revela cómo su hermano gemelo —a quien se refiere en el libro como «Victor»—, fue víctima cuando era adolescente de abusos sexuales por parte de su padrastro. Podéis leer, por ejemplo, la noticia redactada por la corresponsal en París, Silvia Ayuso, de El País, sobre este tema del que se habló mucho en los medios.

Fue tal el impacto político-social en Francia, que poco después se aprobó una edad mínima de consentimiento, algo que no se consiguió en la última reforma de la ley contra la violencia sexual, que data de 2018. Según la nueva normativa, la edad de consentimiento se fija a los 15 años, aunque para los casos de incesto se eleva hasta los 18.

Sin saber o recordar el contexto que acabo de explicar, y para ser sincera, la advertencia inicial me puso en guardia: la autora ha cambiado algunos nombres. No se trataba de una obra de ficción como al principio imaginaba; de hecho, una vez leído sobre el caso y su repercusión en el país vecino, puedo decir que ha mantenido la mayoría de los nombres. Y en el caso de su padrastro, siempre se refiere a él con este feo sustantivo; jamás le pone nombre, ni siquiera ficticio.

Mediante el primer párrafo, con el que Camille Kouchner da comienzo a su historia, quedé clavada al sillón. Y sin darme cuenta, por unas horas, me convertí en la receptora improvisada de los dolorosos recuerdos que tanto le costó guardar en silencio. Los recuerdos sobre una familia grande que se formó en torno a su abuela materna, su madre y su tía, y en torno a su padrastro y el primo de este (segundo marido y esposo, respectivamente, de las hermanas Évelyne y Marie-France). Cada año, veraneaban todos juntos en Sanary, la propiedad familiar, junto a sus niñeras y la presencia constante de una larga lista de invitados, amigos de unas y de otros: intelectuales de izquierda, exiliados de Chile, … enseguida hasta ministros. Los mayores se despreocupaban de los hijos, mientras disfrutaban de los placeres de la vida y se enzarzaban en interesantes debates; los niños, jugaban, mientras como esponjas absorbían las enseñanzas —ideológicas y otras de moral cuestionable— de esos adultos que tenían como ejemplo. Veranos idílicos, de cara a la galería, de muchos miembros de la élite francesa, que no veían —o que no les interesaba ver—, al monstruo que de día actuaba como quien se sabe intocable y al caer la noche entraba a hurtadillas en las habitaciones.

Hay muchos aspectos de esta obra que me han gustado. Sobresale el modo singular de narrar de Camille: retazo a retazo, recuerdo a recuerdo, la autora cose con esfuerzo la historia de treinta años de su vida. Retazos del pasado se mezclan con el presente; los años felices e inocentes de su infancia con aquellos otros que mortificada por la culpa dejó transcurrir en silencio —tenéis que leer la obra para averiguar las razones—, una vez consciente de lo enfermo que estaba su padrastro. Retazos que muestran el esfuerzo de la memoria tres décadas después y pruebas de la honestidad de su relato.

En contra de lo que parece al inicio, no es Camille la protagonista de la familia grande, al menos no la única, sino la culpabilidad que siente por guardar un terrible secreto familiar; como una serpiente la asfixia, la devora lentamente, la impide vivir. Y es que algunos secretos pesan y te carcomen por dentro, se hacen más y más grandes, hasta que al final afectan a aquellas personas que quieres.

Esta obra no es para todo el mundo. Respiré aliviada cuando la narración no entró en detalles sórdidos. Sin embargo, sufrí cuando interpreté, a través de las palabras de una Camille niña, los silencios, los ruidos extraños, las muestras falsas de cariño, los dichosos puntos suspensivos… Y más tarde, impotente, me obligaba a espirar el aire retenido, con ganas de zarandear de los brazos a esa Camille adulta para que reconsiderase su actitud. No sabéis lo que me alegré de que al final los dos hermanos, por vías distintas, tuvieran el valor de denunciar.

Siempre he escuchado decir que hay padres que no merecen ser padres; este es uno de esos casos. Impacta cuando Camille se libera y denuncia el abandono, la hipocresía, la mal entendida libertad, el abuso de poder y, por encima de todo, la maldad; cómo coge el toro por los cuernos y se prepara para dar la batalla que no pudo dar antes.

En definitiva, La familia grande es una obra desgarradora que agita conciencias; una biografía novelada cuyo impacto político, cultural y social, en Francia, propició una reforma positiva en una ley que no protegía en todos los casos a las víctimas de abusos sexuales.

Enlace: https://despertaresdestonewa..
Comentar  Me gusta         41



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(4)ver más