Desde el jardín

El personaje central de este libro, el jardinero Chancey, que nunca ha tenido contacto con la sociedad, más allá de las contadas personas con las que ha convivido en la mansión de su protector, es un tipo con unas cualidades que ni el mismo conoce. Un tipo paciente que sabe escuchar y hablar en su debido momento. O eso es lo que creen de él todos los que lo van conociendo. Lectura muy divertida que te hace pensar en como la sociedad y la política puede basarse en el absurdo. Este libro pretende reflejar el disparate de una época concreta, pero me temo que también es aplicable a otros tiempos. Casi cualquiera puede pasar por gran estadista, pero peor aún, puede llegar a convertirse en referente político y económico. Un libro corto, sencillo, ameno y muy divertido. Y si le añadimos su versión cinematográfica, ¿qué más se puede pedir? Imprescindible.