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La novela publicada por la alemana Jessica Koch es una sobrecogedora historia basada en sus propias vivencias junto a Danny y Tina. No soy demasiado aficionada a leer historias de no ficción, pero la autora ha conseguido engancharme ya que, aunque resulta muy duro descubrir las calamidades que sus amigos tuvieron que soportar desde que eran solo unos niños, tienes la esperanza de que, al final, consigan superar semejante trauma y salir adelante. Por si el drama de haber sufrido abusos en el entorno familiar y de que ni la madre de Danny ni la de Christina ayudaran a sus hijos no fuera suficiente, el mundo de las drogas y el SIDA aparecen en la vida de estos chicos para convertirla en un infierno aún mayor. No es fácil leer y meterse en la piel de los personajes de Tan cerca del horizonte porque son reales, existieron y padecieron lo indecible desde su más tierna infancia, así que no recomendaría la novela a lectores especialmente sensibles o que estén viviendo un momento delicado porque no dejarán de llorar y se enfadarán con el mundo por ser tan injusto con los protagonistas. Está claro que, como podemos comprobar en las páginas del libro, la realidad supera a la ficción. En cuanto al trabajo de la editorial que publica la novela, como suele ser habitual en Libros de Seda, resulta impecable. La portada es muy bonita y le pega completamente a la historia. Además, es de agradecer encontrarse con la biografía y la fotografía de la autora nada más abrir el libro porque así podemos ponerle cara a Jessica, uno de los pilares fundamentales de Tan cerca del horizonte. |
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