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Tiene que llover es el mejor título que alguien pudo poner a este libro. Así es todo el libro, es una persecución bárbara tras algo que no llega, que no tranquiliza, que no aquieta. Es un correr desesperado por una vida que no está en ningún lado, en ninguna parte. Tiene que llover es justo lo que esperas cuando todo se derrumba a pesar de que estás deteniendo los diques, no puedes más, y no puedes más.. y esperar que algo llegue, una lluvia, una hecatombe que te haga reaccionar y saber qué sigues ahí, que estás vivo aún a pesar de ti mismo.
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