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Si hay una definición exacta para un guilty pleasure es este libro. al menos para mi "gusto culposo". Y es que me ha encantado. Soy consciente de que la historia no es la gran cosa, pero me ha hecho disfrutar como si volviera a mis dieciséis años y cuando eso pasa con un libro, hay que valorarlo. Conforme leía solo podía pensar lo que me hubiera gustado tener este libro de adolescente. ¡Cómo lo habría vivido! ¡Qué importantes son los referentes! Y yo, en esa época vi muchos referentes heterosexuales de amor inmortal y fantástico, pero ninguno homosexual. Esto llega muchos años tarde, pero aún así lo he pasado en grande. La historia nos habla de hombres lobos, con pasión, acción y mucho amor. Me ha parecido extramadamente cuqui la relación de los personajes principales: Joe y Ox. Y agradezco encarecidamente al autor que sus protagonistas, y los personajes que los rodeaban, no hayan tenido ningún tipo de reflexión o intento de aceptación por ser gays. Lo son y punto. Es una característica más, como que uno es rubio y el otro moreno. Lo único que me ha dado mal rollito, a veces, era todo ese rollo de la posesión (tú eres mío, yo soy tuyo) que siempre se entremezcla con los hombres-lobos. Pero bueno, esas caracterísicas pertenecen a la leyenda ya. La actitud de Ox a veces me ponía nervioso, pero se lo perdono jajaja. |
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