Un hotel junto al mar

La familia Summers ha perdido a su padre su madre se encuentra enferma y se ven sin dinero, necesitan hacer algo. Por ello, Sarah, la hermana mayor de las 4, decide poner a alquilar habitaciones en su preciosa casa con vistas al mar. Emily y Georgiana ayudarán a su hermana, mientras que Viola, que va con un velo por una cicatriz, se pondrá a leer a impedidos.

Cuando empiezan a tener visitantes, no esperaban que fueran algunos apuestos y otros personas tan interesantes y con tantas historias. Entre ellos, llega un viudo con su hija por el que Sarah empieza a sentir algo pero al que pilla revolviendo las cosas de la casa. Mientras, Emily espera una carta que nunca llega y Viola tendrá que leer a un inesperado joven que tiene cicatrices por dentro y por fuera.

Es un libro precioso, divertido, dramático, enternecedor, humano... Me ha gustado mucho todo el conjunto, desde la historia de las hermanas hasta todas y cada una de las historias de los personajes secundarios que aportan muchísimo a la historia. Todos tienen tanto que contar, una dramática historia pero son todos tan bellos y tan buenas personas que te hará sentir miles de cosas.

Es un libro muy bonito de principio a fin, con el que he soltado alguna lágrima y me ha conmovido muchas de las historias que salen en el libro. La forma de escribir de la autora es tan cuidada, tan bonita y tan elegante que sientes que te envuelve en ese mundo y te arrastra a esa casita con vistas al mar mientras comes en esa mesa con toda la familia unida. Un libro para saborear, sentir y disfrutar.