Un auténtico ladrillo infumable. Lo cogí en la biblioteca porque lo recomendaban en otro libro y menos mal porque es de esas cosas en las que te arrepientes de haberte gastado aunque sea un céntimo. No he terminado de leerlo porque me niego a regalarle ni un segundo más a un autor que se pasa la mayor parte del tiempo desacreditando el trabajo de otros, llamando idiotas a la mayoría del planeta y vanagloriándose del dinero que tiene. TERRIBLEMENTE MALO
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