Una lectura sencilla, con malos entendidos graciosos, un romance difícil de llevar a buen puerto porque la dama le pone grandes escollos, pero así y todo con momentos muy apasionados. Lo que más me sorprendió es que desarrollándose a principios del siglo XIX, la protagosnista es una acérrima defensora de los derechos de la mujer, y lo demuestra no solo de palabra sino con hechos.
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