Demon Copperhead

"El primer mundo invisibiliza indecentemente a los niños pobres. Yo he querido verlos y contároslo bien".


Esta fue la idea con la que Barbara Kingsolver creó esta historia ganadora del premio Pulitzer de ficción el año pasado. Inspirada en el gran David Copperfield de Dickens, una novela que la marcó profundamente, dio vida a Demon, un niño huérfano y pobre intentando sobrevivir en la Norteamérica actual. 
Es él mismo quien nos narra, con una voz muy personal y tan auténtica que parece real, sus años de infancia, cuando aún estaba su madre, y su adolescencia, atrapado en el deficiente sistema de familias de acogida. 

El libro es largo, tiene más de 600 páginas, así que como imaginaréis trata de muchos temas y también da muchos detalles. Demon nos habla a nosotros, y a sí mismo, sobre todo lo que le pasa y siente en busca, quizá, de una respuesta. Tal vez por eso sea tan sincero, muchas veces casi sin filtros. Conocemos sus pensamientos más íntimos, sus procesos, errores y aprendizajes, Demon es una persona en continua evolución. Para mí, sin duda, él cómo personaje y su voz narrativa es lo mejor de la novela. Es impresionante todo lo que transmite y lo real y natural que es en todo momento. Te emociona, sufres y lloras con él, empatizas, vives cada fracaso y victoria como si fueran tuyos, y hasta te entran ganas de poder traspasar las páginas y darle un abrazo o algún grito de alarma para que reaccione.

Pero es que además de eso la autora aborda temas sociales con una intención muy crítica. Nos sumerge totalmente en la sociedad de ese pequeño pueblo olvidado del interior del país y expone su historia, sus costumbres y todas sus carencias. La explotación de la industria minera que desangró y empobreció totalmente a la zona y sus habitantes, la marginación y estigmatización de grupos étnicos minoritarios, el nefasto sistema de asistencia social, el trabajo precario, la epidemia de la adicción a los opioides a causa de las inhumanas prácticas de las salvajes industrias farmacéuticas, el éxito, el amor, la amistad, la pérdida... Todo mientras Demon nos explica, sencillamente, su vida. La de un chico que sólo quiere encontrar un lugar al que pertenecer, donde se sienta en paz y sin ese vacío que no le deja descansar.

Podría hablar durante horas de este libro, me ha parecido brutal por muchos aspectos, y a pesar de su extensión no se me ha hecho pesado en ningún momento. al revés, no quería que se acabara. 
Ojalá os animéis a conocer a Demon, os aseguro que es un personaje que no vais a olvidar.