Demon Copperhead

Maravillada con el poder transformador de Dickens pero del siglo XXI. Esta vez se instaló en los Apalaches, condado de Lee. 

Surge una voz que empieza siendo singular y va convirtiéndose en LA VOZ narrativa que transita la aspereza de la América profunda, esa en la que tras cada puerta hay agazapado un rencor y en cada porche unos ojos que van a juzgar tus intentos por sobrevivir. 

Una voz entrañable, que te envuelve, te desgarra y, a su vez, te acuna. 

Una voz que no nos deja lugar para la imaginación, recala detalles sin morbo y realidades llenas de trabas. 

No hay anclajes emocionales, no hay apegos, hay sensibilidad desgarrada.

Es Demon, un niño que va evolucionando con la edad y con la vida. de niño perdido a hombre desorientado. Desde una infancia invisible  vamos desgranando su alma y la nuestra. 

Una historia con una fuerza aplastante y un mensaje que atraviesa con su prosa. 

Diría que la palabra que define este libro es Resiliencia, es un monumento a la superación. 

Queda retratado el estado moral de una sociedad llena de desigualdades y convenciones, el desplome de las instituciones sociales en perjuicio de sus niños. Logra transmitir toda la desolación que puede acarrear la mezquindad humana, valiéndose de un humor sutil que hace de la novela una oda a la necesidad de sobrevivir.

Un cuadro de relaciones humanas que giran en torno de nuestro protagonista.  

Demon aprende a tomar decisiones más sabias en sus relaciones a través de la experiencia y de este modo entra en juego la disciplina de las emociones y la moral del héroe, héroes que no tienen cabida en ese mundo, su mundo. Va dibujandose el peor viaje de su vida. Plasmando unas relaciones que, pudiendo ser red, son trampa. Un elenco de personajes con corazones blancos, con corazones negros y con corazones que el tiempo va reconvirtiendo en un gris esperanza, permitiendo la formación de su carácter a través de una crítica a todos los ámbitos sociales, drogas, prostitución, instituciones sin tapujos ¿dónde comienza el camino hacia su ruina? Se pregunta Demon 

Damon copia la vida de su madre inmerso en el mismo entorno, ligado a la cuerda de las circunstancias y atado con nudos de incertidumbre. Intentó sacar a pasear su fortaleza, pero la soga se iba cerrando a su alrededor. Parecía imposible salir del infierno. Cuando un niño crece sin madre, no existe un solo lugar en el que cobijarse. Las huellas del pasado no nos hacen construir un mejor futuro. Pero es posible sobrevivirlo a pesar de las cicatrices.

“Una buena historia no se limita a copiar la vida, le planta cara.”

 Y Damon llegó al mar.