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Empezamos el libro con un salto al pasado, inmediatamente después de que el mercedes arrollara a la multitud, junto a la primera ambulancia que llegó a la escena del crimen y trasladó a Martine Stover, una de las víctimas más graves, al hospital. Tras este primer capítulo saltamos al presente, enero del 2016, cuando Hodges recibe una llamada de su antiguo compañero Pete, el cual le informa de la muerte de Martine Stover. Al parecer su madre la ha matado para luego suicidarse, aunque en cuanto Hodges y Holly lleguen al lugar de los hechos no quedarán para nada convencidos con esta explicación. Con Quien pierde paga comenté que había terminado un poco desconcertada, pues no terminaba de entender por qué formaba parte de esta trilogía ya que Hodges y sus compañeros eran meros secundarios… En este libro vuelven a ser los protagonistas pero, aún y así, no estoy segura de si el giro que le ha dado King a esta historia termina de convencerme. Hay ciertos aspectos que me han gustado mucho, como por ejemplo que en cada libro volvamos atrás en el tiempo hasta el atropello del Centro Cívico por lo que cada historia está relacionada en mayor o menor medida con ese último caso que llevó a Hodges de cabeza aún después de su jubilación. Recuperar completamente a los personajes del primer libro creo que ha sido mi parte favorita, sobre todo en lo que a Holly Gibney se refiere. Es brutal la evolución de este personaje desde que la conocimos en el primer libro, totalmente anulada por su madre, hasta llegar a este, siendo socia de Hodges, totalmente desvinculada de su madre y cada vez más capaz de enfrentarse sola al mundo y con normalidad. Realmente espero que King la recupere en algún libro, porque es un personaje que me encanta. La acción de este último libro se concentra en, si ahora no me equivoco, tan solo 4 días, lo que nos genera una sensación de cuenta atrás muy acorde con la historia, porque realmente a los personajes se les agota el tiempo y no hablo solo por la ola de suicidios que se ha puesto en marcha. Con los dos anteriores también comenté que de no haber sabido quién era el autor no estaba segura de haber sido capaz de adivinarlo, aunque esto cambia por completo con ese rollito sobrenatural que King ha decidido darle a este último libro y que ya se atisbaba en el final del segundo. La verdad es que estoy un poco dividida con este último libro precisamente por ese giro de los acontecimientos. Cierto que habría preferido que se mantuviera en la línea de una historia real, pero tampoco me molesta excesivamente que no lo haya hecho, porque al fin y al cabo es King. Lo que no termina de convencerme es que a mi modo de ver este giro ha estado desaprovechado o, más bien, que el propio autor se ha cortado las alas. Es por eso que el final me ha gustado, pero no ha sido realmente el que esperaba. Es como si King se hubiera dado cuenta de hasta qué punto podía liarla parda, pero hubiera preferido no hacerlo. Enlace: http://pajaraslectoras.blogs.. |
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