Una brecha entre Annie John y su madre se va abriendo y ensanchando de manera muy dolorosa y muy sutil. Imposible no sentirme identificada con la madre aunque la narración solo muestre el sentir de Annie. Esta distancia se sella con la partida de Annie a Inglaterra, es una maravilla el paseo desde su casa al malecón acompañada de sus padres y reencontrandose con sus recuerdos para despedirse de manera definitiva. Y un desgarro con la despedida de la madre: "No importa lo que hagas ni dónde vayas, yo siempre seré tu madre y éste siempre será tu hogar." |