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La protagonsita de este libro, Sarah, es una niña que con quince años tiene que ver cómo se queda sola en el mundo, un mndo cruel en el que sus iguales son repudiados e incluso asesinados por los nazis. Así, tendrá que aprender a sobrevivir sola y se irá haciendo cada vez más fuerte, pero sin perder su gran corazón y olvidad de dónde proviene y quien es realmente. Nos encontramos con una protagonista incréible, que, con una nueva identidad alemana, tendrá que aprender a fingir en el internado para las hijas de los príncipales cargos nazis, y escuchar y repetir a diario aquello que le repugna para conseguir su objetivo: escapar de la terrible Alemania y ser libre muy lejos de las ideas locas y despiadadas de Hitler. Para ello, contará con la ayuda del espía británico, que también será importante en ciertos aspectos. Vemos como Sarah se intenta mentalizar de todo lo que tiene que ver a diario para no ser descubierta, pero sin olvidar que el mundo en el que vive está enfermo, se trata de un personaje muy inteligente e interesante. Nos mostrará su gran visión del mundo, con toques inocentes y dulces, en tiempos difíciles y la bondad que alberga en su interior. La ambientación de la novela es muy buena, el autor consigue que nos situemos de forma perfecta en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, mostrándonos varias versiones de la historia a través de personajes que irán apareciendo. La historia es dura en determinados momentos, pero porque así lo requiere la realidad, Con una prosa sencilla y ágil. No se excede en descripciones y aporta lo necesario para situarse en cada momento. Muchas acciones y también suspense, en algunas escenas repletas de tensión. Contada en tercera persona está llena de buenos diálogos. Como ya he dicho la novela está salpicada de momentos en los que Sarah rememora sucesos históricos dramáticos de su vida y nos habla de su madre. La novela es muy entretenida y se lee con mucha facilidad. El final es inesperado. |
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