Réquiem alemán

Continué con las novelas sobre el detective Bernie Gunther. Esta es la tercera novela de las catalogadas como Berlin Noir, siempre protagonizadas por el detective privado Bernie Gunther en el Berlín del apogeo y la decadencia del nazismo.

Aunque son historias que pueden leerse de forma independiente, en esta novela, la guerra ha terminado. Estamos en el año 1947.

Vemos a nuestro protagonista, que luchó en el frente soviético y después de pasar una temporada en un campo de concentración ruso, está de nuevo en Berlín, casado y sobreviviendo en una ciudad de escombros, fría y sobre todo, tomada por los aliados y donde los rusos o ivanes, como se les llama en la novela, atemorizan a los berlineses.

En este ambiente, recibe el encargo de un alto mando de la inteligencia soviética, el coronel Poroshin, tiene que investigar el caso de un antiguo compañero de la Kripo, o policía criminal.

Se trata de Emil Becker, detenido en Viena por los norteamericanos donde controlaba el mercado negro que tanto había proliferado en la ciudad austríaca. Es acusado de asesinar a un oficial norteamericano y del que se declara inocente, confía solo en Gunther para que pueda demostrar su inocencia.

Así es como nuestro protagonista se dirige a Viena, donde transcurre su investigación, una ciudad dividida en sectores sonde está instaurada la mentira y la conjura.

Y como es habitual en estas novelas, cada vez se va complicando más la situación, sumergiéndonos en las luchas secretas de los servicios de inteligencia y organizaciones de espías y contraespías que serán el inicio de la llamada guerra fría.

En un ambiente todavía más hostil que en las anteriores novelas, lleno de conjuras, se mueve nuestro detective, con recelo hacia los soviéticos y desconfianza hacia los norteamericanos, que, por una parte, venden la libertad y por otra, hacen pactos con los antiguos criminales de la Gestapo.

Se recrea a la perfección, no solo el submundo vienés sino también la descomposición de una Alemania que paga las atrocidades del nazismo.

Como nos tiene acostumbrados su autor, Gunther siempre acaba envuelto en redes criminales tan poderosas, que parece imposible salir de ellas.

Esto es historia, también ficción, y por eso me gustan estas novelas que se leen de forma compulsiva.

Más que de novela negra, podemos hablar de novela de espionaje.

Está francamente bien. Genial.