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Tessa lleva años ayudando al pueblo de Kandala a sobrevivir a la extraña enfermedad que asola su reino poniendo en juego su vida cada noche junto a su amigo Wes. Pero las cosas se están calentando y una revolución es cada vez más viable. ¿Podrá Tessa mantenerse alejada de ella o ayudará a derrocar al malvado rey Harristan y a su hermano para poner fin a esta insoportable situación? Este es el cuarto libro que leo de la autora y al igual que me pasó con su otra trilogía siento que me falta algo en la historia para que esta termine por encantarme. El libro nos sitúa en Kandala un reino asolado por una misteriosa enfermedad y cuya cura escasea cada vez más con lo que las muertes y el descontento del pueblo no deja de aumentar. En este contexto tenemos a nuestra protagonista, Tessa, una boticaria/forajida que se dedica a robar flor de luna, el ingrediente estrella para hacer la cura y repartirlo entre los que no pueden comprarlo junto con su amigo y aliado Wes. La verdad es que hasta aquí no hay nada novedoso, tenemos un reino asolado por una enfermedad que se está convirtiendo en el caldo de cultivo para una revolución muy al estilo de Robin Hood y poco más. La pluma de la autora sigue sin convencerme, aunque es ágil y fluida, decae en momentos lo que hacía que en determinados capítulos mi interés por la historia decayera. Es cierto que a la historia no le falta acción y tiene varios giros en la trama pero para mi gusto son muy esperables con lo que no te llevas grandes sorpresas con la historia. En cuanto a la narración, hay capítulos narrados desde el punto de vista de Tessa, y desde el punto de vista del Príncipe Corrick, el justicia del rey, lo que nos permite conocer mejor la situación y visión del reino desde dos lados bastante opuestos. Lo que menos me gustó del libro fueron los personajes, algo planos bajo mi punto de vista, se podrían haber explotado mucho mejor. Tessa, nuestra protagonista, no me gustó nada, me pareció de lo más sosa y sin personalidad, la verdad es que no me gustaba su manera de comportarse ni de actuar, En cuanto a Corrick y Harristan, fueron los personajes que más atractivos me parecieron, me encantó ver la relación que tenían entre ellos así como la dualidad que había dentro de Corrick pero aún así no me gustaron al 100 %. El romance tampoco me encantó, complementa la historia y ya pero las interacciones y comportamientos de los personajes me hubiese gustado que se dieran de otra manera. Igual que el final que si bien tiene sentido y deja con ganas de saber qué ocurrirá a continuación termina todo de una manera demasiado feliz para lo que se está desarrollando realmente en el reino. En definitiva un inicio de trilogía que me ha decepcionado un poco pero que estoy segura de que a los amantes de la fantasía les gustaría. |
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