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La medición del mundo cuenta la historia de dos grandes de la ciencia, Alexander von Humboldt y Carl Friedrich Gauss. De manera ficticia va relatando como estos dos hicieron sus descubrimientos y de qué manera llegaron a ser los científicos que hoy conocemos. La premisa me llamaba mucho la atención, por eso decidí leerlo pero una vez que me metí en la historia me di cuenta que no era lo que esperaba. La forma en que está narrado el libro se me hizo un poco densa de leer y por momentos solo quería que los capítulos terminaran. Se usan párrafos y párrafos para hablar de métodos científicos y matemáticos que me tenían perdida y me llevaban a leer nada más que palabras, sin poder asimilarlas realmente. Por esta misma razón, los capítulos narrados por Humboldt y Bonpland se me hicieron excelentes de leer. Su travesía a través de América Central parecía sacada de un libro de aventuras: ríos plagados de mosquitos, asentamientos indígenas en el medio de la jungla, cuevas que se adentraban kilómetros hacia el interior de la tierra, alucinaciones febriles y misterios que ni nosotros ni los científicos podríamos comprender. (como una botellita con lo que parecía ser materia oscura, la aparición de un OVNI en el cielo amazónico y un hombre misterioso abandonado en la mitad de la jungla). Además la pareja de científicos tiene algunos choques bastante dramáticos que me dejaban riendo de lo drama queen que se podía llegar a ser en esa época. Sabiendo eso, no es difícil darse cuenta por qué los capítulos de Gauss se me hacían interminables: para empezar, con las matemáticas no me llevo del todo bien. Además de que Carl como personaje no me encantaba, es un hombre que pasa su vida entera en Berlín, y para él la ciencia es "un hombre solo, sentado en su habitación con un pergamino tratando de entender lo inentendible". De la mitad del libro en adelante la historia llega al punto en que ambos científicos ya son ancianos y se encuentran en Berlín, donde juntos recuerdan su juventud. Acá sentí un poco de pena por los dos (al igual de como ellos sienten pena el uno por el otro), por cómo extrañan los momentos de gloria y como decae para ellos la vida una vez alcanzado el trabajo que les llevó tanto tiempo. Ésta última parte se me hizo un poco más densa porque básicamente son estos dos científicos filosofando sobre sus carreras y sus vidas. Creo que lo que más me dolió de esta lectura fue no poder conectar y estar la mayor parte del tiempo sintiendo que nada más leía líneas con palabras. Se que es una lectura que para alguien con mayor conocimientos de matemáticas, ciencia y filosofía que yo este libro no tendría desperdicio, porque tiene muchos temas interesantes que tocar. No es para nada un mal libro, simplemente no fue para mí. |
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