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En este tomo vemos muchísimo más de la personalidad de Rin, de lo que se ve en anteriores. También se profundiza más en la relación entre los dos hermanos y sus grandes diferencias. Los aspirantes a exorcistas comienzan a realizar misiones en donde tienen que poner en práctica lo aprendido, y Rin tiene que lograr vencer a demonios sin desenfundar la koumaken, cosa que le resulta de verdad muy difícil para él, ya que se hizo dependiente casi al máximo de sus llamas azules. En este volumen entra un personaje nuevo, Shura, una exorcista de alto rango que fue aprendiz de Fujimoto, quien puede ayudar a Rin a controlar sus poderes. También, al principio de la historia aparece Kuro, un gato demonio que era familiar de Shiro, que al enterarse de su muerte deja de ser tan pacifico como antes. Esto me pareció importante nombrarlo ya que es algo que me gustó mucho, y más la relación que se crea entre él y Rin. Y hablando de sentimientos, en todos los tomos, pero más en este, podemos ver muchos recuerdos de Rin, que hacen que conozcas más profundamente al personaje y puedas congeniar mucho con él, me gustaron mucho y algunos fueron muy conmovedores. |
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