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Escrito en primera persona por la secuestrada, es un relato estremecedor, pero me ha parecido que se cuenta sólo lo que le interesa (que está en su derecho, por supuesto), eliminando algunas partes más incómodas. Esta sensación la he tenido porque hace poco leí sobre los secuestros de Cleveland, y sinceramente, no hay punto de comparación. Es suficiente malo que te retengan contra tu voluntad, para que encima cuando logras liberarte, los dedos te señalen a ti. Quiero poner mi granito de arena, ¡Ole tú, Natascha!, aquí mi más ferviente admiración y un gran aplauso, por ti, por ser tan fuerte como para resistir, para lograr escapar y por contar TU historia. El libro está bien escrito sin llegar a ser una maravilla literaria, la trama no ofrece sorpresas, ya que todo son datos muy conocidos explicados por su protagonista. Sólo lo voy a recomendar a los fanáticos del true crimen. |
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