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Lo primero agradecerle a Maeva a través de Masa Crítica de Babelio por cederme el ejemplar de la novela para reseñarlo. El libro consta de unas 248 páginas con un tamaño bastante aceptable de letra, cómo de leer, en edición rústica con solapas, lo que lo hace un libro cómodo y poco pesado para transportar. La historia, narrada en dos tiempos diferentes, nos cuenta las aventuras de la joven Berta Casals que ha decidido embarcar rumbo a Argentina para contraer matrimonio con un hombre que no conoce, cosa que hace de forma valiente, viajando sola, situación que intriga y asombra a los pasajeros de primera clase que la conocen pero también nos cuenta algo de la historia de la vieja Berta, entre sus recuerdos y en parte a través de los ojos de su nieta. Berta escribe un diario sobre su viaje en el que nos va comentando tanto lo que ocurre a bordo del barco así como sus sensaciones y sentimientos. Y, poco a poco, nos irá desentramando una historia llena de amistad, de valentía, de reflexiones contra el clasismo y en el que iremos viendo poco a poco el carácter de nuestra protagonista. Otra de las grandes protagonista de la historia será Irina, confidente y amiga de Berta en el barco, hija de una famosa bailarina Rusa, Maya Demianova, egocéntrica y estricta que adora la adulación de los demás y que hace insufrible la vida de su hija que vive como una polilla a su alrededor. Las dos jóvenes forjaran una profunda amistad llena de confidencias y secretos. Además, encontraremos un buen reparto coral de personajes, algunos con más detalle que otros a lo largo de la historia y que nos irán dando la pincelada sobre la gente que ocupa la primera clase en el barco. También tendremos a un doctor encargado de atender a varias cubiertas del barco y un amigo de la infancia de Berta que viaja en segunda clase y que le mostrará a la joven cómo y por qué viajan las diferentes clases del barco. En cuanto a la trama principal de la novela, nos narra la historia de Berta, su amistad con Irina y un enorme secreto que será el momento álgido de la novela. Con sinceridad, ya sabía al poco de comenzar la novela cuál sería el giro que nos tenía deparado la autora pero, a pesar de este detalle, la historia sigue siendo igualmente entretenida de leer. El libro tiene más parte narrativa que diálogos en él. Pero no se hace pesado ya que nos da los detalles justos en cada momento, por lo que no tenemos excesivos detalles sobre sensaciones de la protagonista ni largas descripciones técnicas. Aunque la novela podría tildarse de novela histórica, es más bien una ficción histórica aunque se nota el trabajo de documentación que ha hecho la autora tanto en la documentación como en la parte más técnica de la novela. En general, aunque no es el tipo de novela que yo suelo preferir, me ha resultado un relato interesante y entretenido, muy buena novela para distraerse y de lectura ágil y sencilla. El ritmo narrativo es más bien lento pero no se hace nada tedioso y combina diferentes puntos de vista: de primera a tercera persona, según la época o el protagonista que esté tomando la voz en ese momento. En resumen, Pasaje al nuevo mundo es el libro ideal si te gustan las historias basadas en costumbres sociales de principios del siglo XX, con ritmo pausado y con giros argumentales curiosos. |
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