Bien, como casi todas las novelas negras nórdicas, siguen avanzando las historias personales de los protagonistas y una investigación con sus adelantos, retrocesos y paralizaciones. Por lo demás, una historia de asesinatos dentro del mundo del arte, con muchos secretos personales, dobles vidas y misterios. Hasta aquí todo bien y correcto, pero el final es otra cosa, la autora o se cansó de escribir o tenía que hacer o se aburrió o, yo qué sé, pero algo la pasó, porque acaba la historia de aquella manera, la pone fin y tan tranquila. Pero, salvo el final, la novela está bien, se lee fácil y te mantiene dentro de ella. |