Leí esta pequeña ficción en Historia de Cronopios y de Famas y me encantó. Volver a encontrarla en esta hermosa edición con ilustraciones de Emilio Urberuaga fue una grata sorpresa. A través de esta historia Cortázar nos presenta a un tierno oso que vive en las cañerías de un edificio y observa la vida ordinaria de los humanos, ¿una posible explicación a los ruidos habituales de las cañerías, tal vez?
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