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Esta novela forma parte de una trilogía junto con “Un sendero de migas de pan” y “Las sonrisas del azul”, protagonizada por el Inspector Gabriel Almansa. Ya me había pasado otras veces. Mi subconsciente tiende a etiquetar las novelas por géneros y categoría y en cuanto supe de esta, interpreté que los clichés y estereotipos abundarían en la misma. Una vez más, encasillar un libro por su género ha sido un gran error pues me he encontrado una lectura muy fresca, ágil y con una narración sencilla que se leía muy rápidamente. No me ha costado nada leerla. Con una trama sencilla se nos presenta al subinspector de policía Gabriel Almansa. Este policía no pasa por sus mejores momentos. Apartado del servicio y abandonado por su mujer y su hija accede acudir a terapia para poner solución a sus problemas. Así comienza la historia que nos envolverá fácilmente y nos llevará a la resolución de un caso olvidado hace tiempo. Poco a poco se nos van mostrando las pistas necesarias para encajar las piezas del rompecabezas. Con un final abierto para continuar con la segunda entrega, el escritor cierra con habilidad el caso de este primer libro dejándonos con la miel en los labios. El ritmo de la novela va in creciendo y es narrada principalmente en primera persona por el subinspector Gabriel Almansa. Sé que es difícil narrar en primera persona, siendo más restringida a la hora de describir la historia. Aun así, José María se las ingenia bien y consigue exponer los hechos de manera solvente, siendo su narración acertada y cuidadosa. Normalmente, por la dificultad que entraña me suelen gustar más las novelas en primera persona. Un gusto personal, claro está. Lo que más destaco de esta novela es la sencillez de la trama. Es tan imperceptible el cambio de ritmo y tan silencioso que no nos damos cuenta cuando el autor nos está introduciendo en sus fauces. Nos lleva a donde quiere que estemos y sin previo aviso se nos desencadena los acontecimientos de manera imprevista. El título de la novela se nos revelará en la misma, siendo un recurso más para el desarrollo de la trama. Ha sido una lectura entretenida y amena de capítulos cortos. al fin y al cabo, para eso están las novelas, para pasar un buen rato. Estoy segura que en los siguientes libros los personajes que ahora se nos presentan se desarrollaran y tomarán más fuerza y cuerpo. Espero que con esta reseña aporte mi granito de arena y os animéis a leerla. “El destino es el que baraja las cartas, pero somos nosotros los que jugamos”. William Shakespeare. Gracias José María, por hacer que el destino te pusiera en mi camino. Enlace: https://yoleonovela.blogspot.. |
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