El arca de la existencia

A partir de lo mediocre
Héctor no tiene una vida de la que se sienta satisfecho. Sin trabajo, viviendo con su madre y sin más pasos que dar que esperar una llamada, cuando esta llega no lo duda ni un minuto y se pone rumbo a Santander. Quizá esta oferta de trabajo le cambie la vida.
Mientras tanto en las costas santanderinas un buque ha naufragado por un extraño suceso. Lo que albergaba en su interior nadie lo conoce, pero el mal que ha despertado en su interior no pasará desapercibido para nadie.
De este modo, con estas dos historias simultáneas que van engarzando más situaciones y personajes en ellas se forma la trama de nuestra novela de hoy, una obra de fantasía contemporánea que nos lleva a seguir el camino de su protagonista, Héctor, en el que tendrá que decidir si abandonar o no todo lo que conoce y salvar el mundo del mal que lo asola.
Sin embargo, pronto veremos que la historia alberga mucho más. Con un prólogo muy muy interesante, el lector conoce desde el primer momento que las fuerzas en conflicto son mucho mayores de lo que nuestro personaje puede imaginar en un primer momento. Así, seguiremos también la pista de dos muchachas rubias que sí parecen entenderlo y que no cesan en su combate con ese gran mal, representado en la figura del malo malísimo, Numerov.
Así, la obra irá escalando no solo en tensión sino también en fantasía. de ese mundo mediocre y cotidiano en el que Héctor está encerrado, pasaremos a un mundo mucho más amplio, más terrorífico y mágico, donde las fuerzas del bien y el mal pelean, a pesar de que no sepamos exactamente quienes son los buenos y quiénes los malos. En este sentido, me ha gustado cómo el autor jugaba con la ambigüedad, ya que a lo largo de la novela esa muchacha rubia parece que pelea contra el mal, a pesar de que quizá es ella misma quien lo desata.
Relación y acción
No obstante, esa ambigüedad, como ya he mencionado, me ha parecido fascinante, porque no ha venido tanto de los hechos que se suceden en la obra, como de las actuaciones de los personajes. El autor ha construido unos personajes muy definidos, con sus particularidades, pero que, creo, encarnan bien lo que quieren representar; el destino, la fuerza, la redención… Y lo bueno es que su camino no es fácil, no porque tengamos clara sus misiones, implica que se resuelva pronto o fácilmente.
Por otro lado, me ha gustado mucho que los personajes no sean prototipos. La fuerza está representada por las mujeres, especialistas en combate y en supervivencia, algo así como el brazo armado del grupo central de la obra. Y, no obstante, esto no implicará que estén masculinizadas, así como Héctor no está feminizado por ser la voz de la razón.
Asimismo, en cuanto a los personajes, me ha gustado también que la manera de enlazar la historia sea más a través de ellos y no de hechos fortuitos. Como buena obra de fantasía, no tendremos un único foco de narración, sino que habrá otras perspectivas (como la del malo) que completarán la trama. La manera que ha tenido el autor de unirlas ha sido relacionando personajes de maneras que el lector tiene que desentrañar. Creo que esto, además de dar consistencia a la obra, también es un atractivo en la lectura.
Lugar y densidad
Finalmente, hay que reconocer que la obra está bien escrita. El ritmo que imprime el autor, junto al empleo de un vocabulario accesible y ágil hace que la obra avance con celeridad. Además, sabe llevar bien la tensión e incluye toques de terror en la obra que hace que el horror cósmico impregne las páginas de la obra de una manera sutil, pero que se nota y agrada. También lo consigue con la ambientación, los lugares en los que se desarrolla la acción, tanto los cercanos como los lejanos, como los fantásticos, están muy bien descritos y el lector puede acceder a ellos con facilidad.
No obstante, sí es verdad que hacia el final la obra se me estaba haciendo ya un poco pesada. Quizá la longitud y el detalle de algunas escenas hacen que, aunque se avance rápido, haya pequeños atascos. El nombre que se le da algunas cosas de la fantasía son difíciles de procesar, hacia el final de la obra hay escenas que están muy elaboradas que nos introducen nombres y relaciones de personajes que a esas alturas despistan más que engachan… Creo que con una extensión más corta, eliminando quizá parte de algunas descripciones (paisajes, escenas, etc.) podría leerse de manera aún más ágil.
Un mal descomunal
De todos modos, creo que es una obra muy interesante y de la que he podido disfrutar sinceramente. El autor ha sabido llevar muy bien esa idea de gran mal, como digo, casi cósmico, que asola todo el mundo. La situación límite de los personajes no nos lleva a un contrarreloj estresante, sino que provoca la evolución de estos y la comprensión mayor de ese malo que no es sino la punta del iceberg.
Os recomiendo la obra, es ágil, está muy bien construida y escrita. Los personajes se nos ofrecen con una elaboración un poco más profunda de lo que podríamos esperar y, la verdad, la historia promete en su siguiente entrega. Espero que os animéis con ella.


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