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Tu mundo se acaba de desmoronar y tú pensabas que solo se había caído una simple piedra. Iluso de ti, confiabas en colocarla, como otras tantas veces hiciste y que todo volviera a su sitio. La última raya es la historia de Ruben. Un chico con una vida aparentemente encarrilada: un trabajo de mierda, una familia que no lo entiende, unos amigos solo para fiestas y una novia de la que está harto. Esta última lo deja, como otras tantas veces ha pasado, con la diferencia que esta vez parece que va en serio. Y entonces es cuando Rubén empieza a darse cuenta de lo que realmente era su vida. Con una narración en primera persona y un lenguaje directo, el autor nos adentra en la espiral de sexo, drogas y fiestas en las que se sumerge Rubén para olvidar no solo el desamor sufrido. Me ha gustado su forma de narrar y ese estilo tan directo que tiene el autor. Sus lenguaje soez y explícito no me ha desagradado, pero entiendo que no a todo el mundo le puede gustar. Además viene como anillo al dedo a esta historia de barrio. Me ha mantenido intrigado sin saber qué iba a ser de Rubén pero también en algunos momentos he echado en falta algún giro. Me han sobrado algunas fiestas y alguna raya que otra, pero entiendo que es una de las cosas que le dan sentido al libro. |
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