El guerrero de los Altaii

En mitad del desierto y sin más contexto, nos sitúa esta novela de fantasía con muchos toques de la vieja guardia de los guerreros, como puede ser Conan. Sin embargo, Jordan nos ofrece en su obra dos cosas distintivas: por un lado, una ordenación del mundo muy particular y original (germen de lo que vendrá después) y, por otro, unos guerreros que están supeditados a fuerzas más allá de su músculo y espada.
De este modo, nos embarcamos en la narración en primera persona del guerrero Wulfgar que nos contará cómo es la vida el Llano, un vasto desierto, hostil en muchas de sus propiedades, y cómo buscará una solución para la continuidad del pueblo Altaii, bajo su percepción: la derrota de la ciudad de Lanta.
Lanta el nexo y la ruptura
La obra, vista desde el punto de vista de la trama, está dividida en tres partes, casi a modo de tragedia, que se unen entre sí por un impasse relacionado con algún aspecto de la ciudad de Lanta. Así esta quimera inexpugnable se convierte casi en un personaje más que actúa a través de sus habitantes y sus reinas.
En la primer parte de la obra, el autor se centrará mucho en intentar darnos las coordenadas del mundo. Sin embargo, casi todo lo que se desarrolla parece un bosquejo de algo que todavía no se ha terminado de pensar, por lo que casi nos deja más dudas que certezas. de todos modos, entramo en el mundo: un lugar donde guerreros saqueadores conviven en una especia simbiosis con los pueblos comerciantes a los que atacan. A continuación, asistiremos a una de esos episodios que nos sirve de bisagras, en el que veremos, sin querer destripar mucho, que nuestro protagonista no es precisamente un lumbreras en cuanto a la diplomacia. A partir de aquí se lanza la narración y las explicaciones sobre aquellas cosas que quedaron sin desarrollar al principio de la obra, aunque, no os creáis, el mundo se queda sin parte de explicación y la pate oracular (profecías y explicaciones metafísicas del mundo) queda un poco cogida con pinzas.
Quizá interesante por lo que promete
No obstante, no penséis, por lo que acabo de decir, que la obra no me ha gustado. Es muy curioso porque me sale decir que Jordan escribe bastante bien, pese a las problemáticas que pueda detectar en la creación del mundo o la trama, porque me ha tenido enganchada a la obra, incluso con los aspectos que menos me han gustado de ella. Quizá es porque se ve muy claro el posible futuro desarrollo de todas las ideas que aquí están referidas pero no desarrolladas.
Dicho esto, debemos reconocer que el estilo exuda testosterona y que los combates y los guerreros son los mejores y lo más flipados que podemos encontrar sobre el Llano. En este sentido, sí reconozco que ha habido momentos que he notado cierta pesadez en la narración, aunque pronto el autor empleaba algún recurso de tipo fantástico para volver a picarte y, de esa manera, engancharte a la narración.
Mujeres, hombres y problemáticas jerárquicas
Lo cierto es que cuando nos propusieron esta lectura conjunta no dudé mucho en aceptarla. Reconozco que he visto la serie La rueda del tiempo y esta ha hecho que me pique la curiosidad por la obra homónima. Esta era una buena manera de entrar en el autor y me alegro de haberlo hecho.
Una de las cosas que me llamaba la atención eran las coordenadas masculino-femenino en cuanto a la jerarquía que encontraba en la historia de la rueda…, así que quería cotillear como empezó y lo que os puedo decir de esta obra es que Jordan tenía, bajo mi punto de vista, un poco de jaleo. En El guerrero de los Altaii curiosamente las mujeres tienen cierta posición de poder: las gobernadoras de Lanta son las reinas de los Tronos gemelos; en cada asentamiento altaii hay una Madre de la sabiduría que guía al guerrero en su camino; hay mujeres que comercian con esclavos y los educan… Sin embargo, lo primero que recibimos de la obra es el maltrato a una mujer, lo que nos descubre el otro trabajo de estas el de meras cortesanas de hombres y mujeres. Este choque entre poderosas y sometidas, se acentúa más cuando vemos que hay hombres que se consideran por encima de ellas, a pesar de estar ellos mismos sometidos a poderes femeninos.
El resultado de la obra, que impacta tanto cómo no, es que empezamos a tener cierto valor de la mujer en la fantasía, pero con una jerarquía machista muy muy arraigada en el poso del mundo y parece que de la propia configuración de la obra. Es algo así como un por qué no, pero no olvidemos que el mundo es así.
Una lectura con regusto
La verdad es que si me paro a pensarlo la obra me ha gustado y no ha supuesto mucho suplicio (más que las escenas de batallas que a veces se pasaban de «molonas»), pero hay que reconocer que se detecta en ella cierto regusto antiguo, como diríamos ahora rancio. Sin embargo, creo que ha estado muy bien conocer de dónde venimos para saber a dónde vamos y si bien La rueda del tiempo sabemos que es una obra extensa, esta anima a descubrir qué hizo después el autor.
A nivel de estilo, como he dicho, tiene sus cosillas en la trama que, en realidad, nos sacan más bien una sonrisa por lo loco que parece, pero los personajes están muy bien configurados, consigue que casi sean únicos y, al final, parece que la voz de Wulfgar sigue retumbando después de la lectura. Por ello, creo que es una lectura que podréis disfrutar bastante si os gusta la fantasía, así que espero que la disfrutéis.

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